Posesión infernal

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

Tras la realización de varios cortos cinematográficos, el uruguayo Fede Álvarez debuta como director de un largometraje. En este caso, una remake de la primera película que compone la saga original "Evil Dead" creada por Sam Raimi (director y guionista de aquella producción) junto con el productor Rob Tapert y el actor Bruce Campbell, protagonista de la que se convertiría, luego de su estreno en 1981, en una cinta de culto que renovó el género de terror de clase B.

Para esta muy buena nueva versión que captará a toda una nueva generación, Álvarez fue convocado por el trío de productores tras ver uno de sus trabajos que los dejó fascinados. Se trata del corto de suspenso "Ataque de Pánico!" (Panic Attack!, 2010), que describe en cinco minutos cómo unos robots gigantes atacan la ciudad de Montevideo. El video tuvo más de 7 millones de visitas en YouTube, lo cual captó la atención de la mismísima industria del cine.

La renovada historia de "Posesión Infernal", guionada por el propio Álvarez junto a Rodo Sayagues y Diablo Cody (ganadora de un Premio Oscar por "La Joven Vida de Juno"), mantiene parcialmente la premisa (el extremo derramamiento de sangre también), aporta nuevos elementos y por supuesto incluye guiños a la aclamada obra original.

Aquí, los cinco amigos no se reúnen en una remota cabaña ubicada en el bosque para parrandear sino para ayudar a desintoxicar a uno de ellos. Mia (Jane Levy, de la serie "Suburgatory") es una joven adicta a las drogas que decide pasar unos días allí para recuperarse, acompañada de su hermano mayor, David (Shiloh Fernandez, visto en "La Chica de la Capa Roja"), la novia de éste, Natalie (Elizabeth Blackmore), y sus amigos de la infancia Olivia (Jessica Lucas) y Eric (Lou Taylor Pucci).

Una vez instalados en la rústica casa, descubren un misterioso libro forrado con piel humana y escrito con sangre (quédense viendo los créditos finales porque una voz en off explica lo que significa "El Libro de los Muertos"). Sin ser conscientes de ello, tras leer un pasaje en voz alta, algo se libera y se apodera del cuerpo de Mia, quien comienza a mostrar síntomas típicos de la abstinencia mezclados con los de una violenta posesión diabólica... o bien como indica el título del film, infernal.

Qué oportuno... La chica intenta dominar sus propios demonios y termina siendo, literalmente, poseída. A partir de ese momento, y en medio de tanto horror y un poquito de humor, estos amigos luchan por sus propias vidas y por salvar la de la joven. La propuesta, que llega a las salas de cine de la Argentina un día antes de su estreno en los Estados Unidos, sin dudas dejará muy satisfechos a los fans de la saga sobre la que ya se baraja la posibilidad de una nueva entrega.