Juan y Gustavo se conocieron hace 60 años. Se amaron y prometieron un reencuentro. Como era de esperar, las familias fueron nefastas para los enamorados, la decepción creció en un mundo sin explicaciones, sin procesos. La playa y el mar, son los escenarios principales en este naufragio. El recuerdo de la vida que han dejado, la vejez, la inseguridad de la noche; retardan el encuentro de un amor que resistió el paso del tiempo. Pese a los mundos poéticos en el cual los personajes crecen, aman y odian, Príncipe azul es un film optimista y tierno a la vez.