Hacer comedia no es fácil
Producida por Peter Farrelly y Charles Wessler, creadores de Tonto y retonto (Dumb & Dumber, 1994) y Loco por Mary (There's Something About Mary, 1998), llega una comedia que reúne a un grupo de actores consagrados en catorce pequeñas historias.
Con el objetivo de llevar a cabo una broma pesada, dos amigos inventan una película con el nombre Proyecto 43, convenciendo al hermano de uno de ellos de que es imposible encontrarla, ya que la misma es buscada por la CIA y el FBI. En un intento desesperado, el niño comienza a hackear distintos sitios de Internet, y en su búsqueda se encuentra con distintas historias cortas, encabezadas por actores como Hugh Jackman, Richard Gere, Kate Winslet, Emma Stone, Halle Berry y Naomi Watts, entre otros.
El primer cortometraje describe la primera cita entre David (Hugh Jackman) y Beth (Kate Winslet). Al realizarse una introducción de lo absurdo en lo que hasta entonces parece una cita como cualquier otra, se genera un efecto cómico genuino, producido por lo inesperado de la situación. El problema (uno de los tantos) que se presenta en Proyecto 43 (Movie 43, 2013), es que una vez que la dinámica del uso de lo absurdo queda establecida, el factor sorpresa desaparece para dar lugar a lo predecible y, como consecuencia, a la pérdida de la comicidad a medida que van apareciendo el resto de las secuencias.
Con algunas pocas excepciones en donde se logran describir situaciones paródicas que provocan la risa desde un lugar un poco más elaborado, como resulta con el corto que muestra la creación del I babe (un I pod con forma de mujer que genera contradicciones al confundir a los adolescentes en cuanto a su uso) la mayoría de las historias recurre al chiste fácil a través de temas como la masturbación, los genitales y la materia fecal, llevándolas además a un nivel tan reiterativo que genera un reemplazo de lo cómico por lo grotesco. Ni siquiera resulta posible destacar alguna de las interpretaciones de los actores premiados que hace su aparición convertidos en simples figuras que se diluyen en secuencias de lugares comunes y diálogos obscenos, que a la larga solo parecen estar ahí para llevar más gente a las salas.
Por otro lado, el intento de utilizar una línea narrativa que una todas estas historias, simplemente no funciona y es inevitable preguntarse como el director no pudo encontrar la inspiración para idear una línea en donde los cortos se introdujeran de un modo un poco más justificado. Recordemos producciones como New York, I Love You (2009) o Paris je t'aime (2006), en donde también se trabaja la serie de historias cortas, y si bien el resultado puede gustar mas o menos, el núcleo central queda establecido desde el comienzo ya que se trata de cortometrajes cuyo tema central es la ciudad ¿Pero cuál es el denominador común en este caso?
Finalmente, lo que descubrimos al ver Proyecto 43, es que se trata de un rejunte de gags en donde, para tratarse de una comedia, lo cómico se vislumbra en contadas ocasiones.