Steven Spielberg vuelve a juntarse con Tom Hanks y entregan un thriller rico y entretenido en Puente de Espías.
En medio de la Guerra Fría, un supuesto espía ruso es descubierto por el gobierno americano. Para dar una buena imagen, le ofrecen como defensa un talentoso abogado (pero mayormente de temas relacionados a seguros), éste interpretado por Tom Hanks. Una vez más, Spielberg sitúa a su protagonista (una vez más también basándose en hechos reales) en una situación aparentemente pequeña que luego termina tornándose mucho mayor.
James Donovan es un abogado con mucha cancha y convicción a la hora de dar sus testimonios, es también un hombre de familia y una persona normal que a veces sólo quiere disfrutar de un buen desayuno. El destino, o mejor dicho el gobierno, lo introduce en el caso de este espía ruso (interpretado por Mark Rylance) y Donovan no pretende ser una simple marioneta por lo que efectivamente le brinda una defensa justa, mal vista por todos hasta el punto de convertirlo en uno de los hombres más odiados del país.
Pero así como las intenciones de Donovan no son malas, su talento para negociar, para convencer, sumado a su deseo de hacer las cosas bien, implicando en este caso un intercambio de rehenes que traería no a uno, como le exigen, sino a dos norteamericanos a casa, lo llevan a Alemania donde el terror de la Guerra le da un golpe en la cara.
Puente de espías podría haber sido un drama más cercano al tono televisivo, o podría haber sido un thriller mucho más oscuro, sin embargo Spielberg dota a su nueva película de ritmo y a sus personajes de corazón, brindándole al resultado final gotas de humor que alivianan y enriquecen mucho la historia que se propone contar. Si bien dura más de dos horas, la película nunca se torna ni larga ni pesada. Probablemente el guión, escrito por Matt Charman junto a los hermanos Coen, ayude mucho a que así sea. Pero sin dudas éste es un Spielberg maduro y siempre muy fiel a sí mismo.
“Quien salva una vida, salva al mundo entero”. Imposible no recordar la ya mítica frase de la película La lista de Schindler a la que a esta película le funcionaría casi del mismo modo.
Con un Tom Hanks tan efectivo como siempre (y un Mark Rylance que no se queda para nada atrás), capaz de generar simpatía y a la vez mostrar el dolor en su rostro al descubrir una terrible escena (o incluso recordarla en una situación espejo), Puente de espías es una película entretenida y bien hecha, de lo mejorcito que Spielberg nos entregó en los últimos tiempos. Sí, cae en algunas escenas predecibles cerca del final pero justamente, no esperábamos otra cosa.