Dónde está la intimidad
David Frankel (El diablo viste a la moda, 2006) vuelve a dirigir a Meryl Streep una vez más en una comedia, ¿Qué voy hacer con mi marido? (Hopes Springs, 2012), una comedia romántica donde el drama asoma muy tenuemente a partir de los conflictos que viven los protagonistas. Kay (Meryl Streep) está casada con Arnold (Tommy Lee Jones) y quiere revivir un matrimonio de 31 años. El interrogante será cómo hacerlo.
La pareja se presenta con un binomio conocido, Kay es sumisa e introvertida y no sabe como acercarse a su marido, Arnold como un hombre sumergido en la rutina y muy poco comunicativo. Desde la primera escena aparece el conflicto que estos dos personajes deberán atravesar, el sexo en la pareja. Y es en la búsqueda de una solución donde interviene el Dr. Feld (Steve Carell), Kay arrastrará a Arnold al pueblo de Hope Springs para ver al famoso especialista.
En cuanto a lo que se refiere al género en algunos momentos funciona y por otros deja de hacerlo, por un lado es cierto que es una temática muy pocas veces explorada en personajes maduros, abundan las comedias románticas con encuentros y desencuentros entre galanes y actrices acostumbradas a esos roles. En ese sentido el film propone una mirada diferente. El punto está en un límite muy delgado entre el planteo de situaciones embarazosas propias de una comedia (sobre todo en lo referido al sexo) y en caer en situaciones repetitivas que hacen que se pierda el efecto buscado.
Y son esos los momentos donde la construcción del personaje de Kay queda un tanto excesiva, si algo caracteriza a Meryl Streep es su capacidad de interpretación, de eso no cabe ninguna duda, pero encarnando a Kay no se luce como debería. El personaje queda sobrecargado y se vuelve cursi. La típica oposición entre la caracterización de la esposa sumisa introvertida que no sabe mucho de sexo y el marido ermitaño y gruñón que no se comunica con su esposa.
Y si bien el personaje de Arnold está también muy tipificado Tommy Lee Jones lo representa de una manera tan natural que hace que ahí sí funcione el género. Logrando un buen contrapunto con Steve Carell (Dr. Feld) marcando el equilibrio justo.
La comedia se vuelve más honesta en su costado más dramático, que es el tema que envuelve a los protagonistas, la perdida de la intimidad con el paso del tiempo, no sólo en el sexo sino la conexión entre dos personas. La idea de lo que se considera un matrimonio, la resignación y la búsqueda de la pasión más allá de la edad.
Entre momentos más genuinos y momentos más estereotipados y más allá de los excesos en la caracterización del personaje de Kay la comedia funciona principalmente por la lograda interacción de sus tres protagonistas.