En 2001, meses antes del ataque a las Torres Gemelas, se estrenaba Rápido y Furioso. El guión estaba calcado de Punto Límite, de Kathryn Bigelow, con autor y picadas en lugar de surf y paracaidismo. No obstante, la película fue un hit gracias a sus increíbles secuencias de carreras (con planos del interior de los autos) y al carisma de los actores, empezando por Vin Diesel, quien se convirtió en una estrella de acción a partir de ese momento. No tardaron en llegar secuelas, que constituyen la saga más tuerca del cine contemporáneo: + Rápido + Furioso, Rápido y Furioso: Reto Tokio y Rápidos y Furiosos.
Ahora llega la quinta parte, esta vez ambientada en un paraje latinoamericano: Brasil.
Ahora en su faceta de fugitivos de la ley, Brian O’Conner (Paul Walker) y Mia (Jordana Brewster) recalan en Río de Janeiro. Allí se encuentran con Dominic Torreto (Diesel). Los tres encabezan un atraco que les permitirá tirar un tiempo más. Pero el robo sale mal y terminan siendo localizados por el FBI y perseguidos por Reyes (Joaquim de Almeida) el hombre más poderoso de tierras cariocas, además de mafioso implacable. Lejos de escapar nuevamente, Dom y Brian organizarán un plan para robarle todo su dinero a Reyes y ser libres de una vez por todas. Todo esto, con tiros, persecuciones y, por supuesto, carreras automovilísticas.
Si Rápido y Furioso hacía acordar a Punto Límite, Rápidos y Furiosos: 5in Control remite a films de robos espectaculares como La Gran Estafa o, más precisamente, a La Estafa Maestra, que involucraba vehículos. Para armar un dream team, los protagonistas convocan a personajes que aparecían en las películas anteriores de la franquicia: Vince (Matt Schulze, de la primera), Roman y Tej (Tyrese Gibson y Ludacris, de la segunda), Han (Shun Kang, de la tercera en adelante) y Gisele (Gal Gadot, de la cuarta). Tampoco faltan Santos y Leo (los reggaetoneros Don Omar y Tego Calderón), quienes hacen de comic relief.
Entre las incorporaciones se destaca Dwayne “The Rock” Johnson como Hobbs, un agente de la DEA muy fornido, muy agresivo y muy adepto a los códigos... hasta que descubre los asuntos turbios dentro de las fuerzas policiales brasileñas. Por su parte, la española Elsa Pataki hace de Elena, una incorruptible oficial cada vez más alejada de sus superiores y sí cercana a Dom y sus valores.
El director taiwanés Justin Lin sabe tirar toda la carne al asador, ya que con cada film de la saga sube la apuesta. Aquí logra secuencias impactantes, como una persecución en una favela y una lucha cuerpo a cuerpo entre Diesel y The Rock. Y la persecución automovilística del clímax es una de las más vertiginosas y originales de los últimos años. No por nada, Lin parece ser el elegido para dirigir la nueva película de Terminator, y con Arnold Schwarzenegger.
Los paisajes de Río de Janeiro (aunque las escenas de riesgo fueron filmadas en Puerto Rico) aportan exotismo a la historia. Otra prueba de lo mucho que pegaron en Hollywood Ciudad de Dios y Tropa de Élite: ahora las favelas sirven como un interesante marco para situar historias. Ya se había notado en los primeros minutos de El Increíble Hulk.
Rápidos y Furiosos: 5in Control es la mejor de las cinco películas por la acción, por el elenco, por la onda, por la actitud de “me importa un carajo el Sistema” y, por supuesto, por los autos.
Y no se vayan del cine apenas comiencen los créditos finales, que se perderán una escena que anticipa muchas cosas.