Luego de la exitosa Gomorra, el director Matteo Garrone nos presenta esta comedia -si es que podemos calificarla así- que se desenvuelve al sur de Italia, en donde este consigue un gran fresco de la siempre pintoresca ciudad de Nápoles. Él nos presenta una especie de crítica social al protagonismo que la televisión ha tomado hoy en la vida del hombre, al punto de que se la identifica con una "religión". Si la gente ya vive con la mirada juzgadora de Dios, comparar a este con el ojo siempre observador de Gran Hermano no sería tan disparatado. Y creo que el realizador deja eso bien en claro, cuando el protagonista lleva todo ese bagaje a su vida cotidiana.
En Reality nos encontramos con un film lleno de personajes realmente especiales, pero el que se lleva los aplausos es el señor Aniello Arena (Luciano), un presidiario que Garrone descubre en una obra de la cárcel y con el cual quiso trabajar en su anterior film y no pudo conseguir la habilitación. Este es un personaje que desde los primeros cinco minutos nos muestra que no está a gusto con su identidad y el cómo su percepción de la realidad se ve afectada por el deseo de integrar ese mundo maravilloso que presenta la televisión, llevándolo a escapar de su zona de confort para entrar en su propia ficción. Luciano ya no necesita entrar a la casa de Gran Hermano, él crea al suyo propio, y esto repercute mucho en su familia.
La cámara, a lo largo del film, realiza recorridos por la puesta escenográfica de pasillos mohosos, cuartos grisáceos y escalinatas resquebrajadas, un tipo de disposición dramática del espacio que recuerda al estilo de Fellini, pero que antecede lo que no termina de funcionar en el film. A medida que los minutos pasan y el conflicto que precede a Luciano se va apoderando de la escena, la historia va perdiendo la dinámica con la que había comenzado. La comicidad que este había presentado en el inicio, lentamente se va transformando en una tragicomedia en donde uno empieza a sentir lástima por el protagonista y los que lo rodean.
Reality es una comedia diferente que no será del agrado de todo el público, pero que tampoco despertara curiosidad en muchos espectadores. No esperen grandes momentos hilarantes porque estos no llegaran nunca, sino que habrá algunas escenas que les robaran una pequeña sonrisa y no más que eso.