Las trampas del nazismo
Enigmática, inquietante y con gran brillantez narrativa, “Remember”, la nueva película del cineasta armenio Atom Egoyan protagonizada por el ganador del Oscar Christopher Plummer se consolida como una de esas obras que hay que saber apreciar. El filme que se presentó en los Festivales de Cine de Venecia, Toronto, Londres y Mar del Plata, donde obtuvo excelentes críticas, se destaca por su sutileza y precisión. El filme narra la búsqueda de venganza de un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, logrando un relato lacrimógeno de principio a fin. Y, tal como su título lo indica, invita a recordar quiénes somos detrás de las máscaras y a reflexionar acerca de los estragos que puede causar el trauma en el cerebro. “¿Ruth? ¿Ruth?”, dice Zev Guttman –excelente interpretación de Plummer– cuando se despierta y llama a su esposa sin recordar que falleció unos días atrás, allí, en el mismo asilo en el que pasó junto a él sus últimos años. Zev sufre el avance de una demencia senil que no le impedirá salir a impartir justicia: ahí afuera, en algún punto de Norteamérica, está el guardia nazi que setenta años atrás asesinó a su familia, perversamente escondido bajo el alias Rudy Kolander. Una vez fugado, Zev se debatirá entre la justicia y la venganza, decidido a cumplir su misión y develando cómo el tiempo y el trauma se reflejan a través de las generaciones. Contada en un presente constante, con el pasado latiendo en paralelo, “Remember” es un inteligente thriller en el que las sorpresas, al igual que la tensión, ponen al espectador en jaque constantemente.