La película escrita por Aaron Sorkin explora el periodo en el que se inventó Facebook, uno de los fenómenos sociales más revolucionarios del siglo XXI. Extraída de múltiples fuentes, la historia abarca los orígenes en los pasillos de la Universidad de Harvard hasta las oficinas actuales en Silicon Valley. Todos se disputan parte de la creación de la red social más importante y convocante del mundo. Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg ya suena para los nominados al Oscar) es un brillante estudiante que concibió el sitio Web, Eduardo Saverin (Andrew Garfield, listo para encarar el desafío de protagonizar el relanzamiento de la saga del Hombre Araña) es su mejor amigo y quien aportó el dinero inicial para la naciente compañía, Sean Parker (Justin Timberlake) es el fundador de Napster y quien presentó Facebook a los inversores y los gemelos Winklevoss (doble rol de Armie Hammer) afirman que Zuckerberg robó su idea de intranet social de Harvard.
Cada uno de ellos tiene su verdad, su propia versión del nacimiento de Facebook.
Conducida con maestría por David Fincher, uno de los mejores directores actuales, las casi dos horas del relato no se resienten en ningún momento. Las declaraciones en los distintos y consecutivos juicios se intercalan con los fragmentos reales de aquellos días de 2003 en donde, por aquel entonces llamado TheFacebook, iba tomando forma. Lo que queda preguntarse es qué opinará el Zuckerberg real al verse retratado como inseguro, paranoico, dominable, cuasi autista, antisocial y cagador de amigos. El slogan del film parece no equivocarse: no se hacen 500 amigos sin ganarse algunos enemigos en el camino. Excelente banda sonora.