Podés subir comentarios, fotos, videos. Facilita reencuentros, posibilita nuevas amistades. Sirve como herramienta de promoción y, sobre todo, de ocio. Es una fiesta virtual a la que todos estamos invitados, y también un paraíso para psicópatas obsesivos. Lo usan desde niños hasta abuelos. Llegó hace poco y cambió nuestras vidas, para bien o para mal. ¿Alguien duda de que haya un antes y un después de Facebook?
Ahora tenemos la posibilidad de conocer cómo empezó este fenómeno, y descubrir al genio detrás del asunto: Mark Zuckerberg. Claro que, como suele suceder con las mejores obras, de fondo podemos encontrar historias interesantes, a veces cómicas, casi siempre trágicas.
David Fincher vuelve a demostrar que, junto a Zack Snyder, es el mejor director estadounidense surgido del corazón de Hollywood durante los últimos veinte años. En Red social, pese a que los avances tecnológicos son uno de los temas centrales, casi no hay siquiera planos de pantallas de monitores, y la puesta en escena es bien clásica, sin movimientos de cámara alocados, pero muy precisa. La estructura es no lineal, ya que va y viene entre oficinas de abogados (cuando la relación entre los protagonistas se vuelve pésima) y los cuartos de Harvard y California. Si bien la película es un drama sobre hechos y personas, hay elementos de thriller, sobre todo cuando los personajes principales son acusados de plagio o son acosados por ex novias algo alteradas o empiezan a traicionarse entre sí. En estos casos, la música a cargo de Trent Reznor (vocalista e ideólogo de Nine Inch Nails) contribuye a generar un clima oscuro e impredecible. Recordemos que Fincher se hizo de un nombre dirigiendo thrillers de suspenso, empezando por la excelente Pecados capitales.
Por supuesto, es difícil conseguir un buen resultado si no se cuenta con un guión sublime. Aaron Sorkin no sólo es un escritor de talento envidiable; también es un maestro a la hora de retratar las intimidades de instituciones poderosas y respetadas, no importa lo horrendos que sean esos detalles íntimos. Si no, chequeen films como Cuestión de honor y la serie The West Wing. Aunque Facebook es el eje de Red social —que se basa en el libro Multimillonarios por Accidente, de Ben Mezrich—, Sorkin cuenta una historia de amistades que se rompen; de como las puñaladas por la espalda se vuelven habituales en el mundo de los negocios, sobre todo cuando hay en juego cifras monstruosas. Es la historia de una creación que supera a los creadores, de egos descontrolados. Además, Sorkin pinta un fresco de las prestigiosas universidades del Primer Mundo, con sus fraternidades, sus ritos de iniciación, los excesos, las influencias, el poder.
Jesse Eisenberg ya era un actor talentoso, con una apatía tierna como rasgo característico de sus personajes. Pero su interpretación de Mark Zuckerberg es la mejor de su corta carrera. A Zuckerberg no se lo retrata ni como un ángel ni como un demonio. Es un joven genio, arrogante, pero también un muchacho lastimado, cosa que lo vuelve resentido y le da impulso a concretar sus más locas ambiciones. Y Aunque construye un imperio desde un cuarto de la universidad, Mark Z. sólo quiere ser aceptado por sus pares (sobre todo, por las chicas). Algo así como un Charles Foster Kane contemporáneo. Pero terminará perdiendo mucho de lo que más ama. Lo dice el slogan: “No haces 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos”.
Justin Timberlake hace de Sean Parker, famoso por crear Napster, el programa de descarga de música que le valió juicios y odios por parte de la industria discográfica. Parker es tan soberbio y brillante como Zuckerberg, pero también es más sensual y sexual, y su visión de los negocios impulsa el crecimiento de Facebook. Al igual que Eisenberg, aquí la estrella pop tiene el papel de su vida. De hecho, en distintos foros están pidiendo que lo nominen al Oscar como Actor de Reparto.
La película también es una buena oportunidad para ir conociendo a Andrew Garfield, el nuevo Peter Parker en la próxima película de El hombre araña. Aquí encarna a Eduardo Saverin, socio de Zuckerberg, sobre todo en el aspecto financiero, antes de pelearse a muerte con él. Un actuación correcta y sobria, la de Garfield (que no es ningún gato adicto a las lasagnas).
Caso curioso es el de Armie Hammer, que interpreta dos personajes: los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss. A la buena tarea del actor se suma el prodigio técnico, porque es imposible distinguir el trucaje. Sin dudas, las mejores escenas de un actor haciendo de hermanos gemelos desde Pacto de amor, de David Cronenberg.
También aparece Rooney Mara en un rol pequeño pero crucial: es la ex novia de Mark, la que lo abandona por no entenderlo; pero gracias a su incomprensión ayuda a la génesis del LibroCaras. Hasta hace poco, Mara sólo era conocida mínimamente por protagonizar Pesadilla en la calle Elm, pero actualmente interpreta a la nueva Lisbeth Salander en The Girl with the Dragon Tattoo, remake hollywoodense de Los hombres que no amaban a las mujeres, policial sueco basado en el bestseller de Stieg Larson. En The Girl... también está siendo dirigida por Fincher.
¿Es preciso ser usuario de Facebook o al menos saber qué es para entender la película y no quedarse afuera? A esta altura, ni nuestros abuelos son ajenos a la existencia de Facebook. También es cierto que si Fincher, Sorkin y el resto del equipo técnico y artístico filmaban la historia del creador de, por ejemplo, los escarbadientes, el resultado no hubiera sido menos fascinante.
Red social es una de las películas del año y una de las favoritas —si no es LA favorita— para llevarse varios premios Oscar el año próximo. Veremos qué sucede en los próximos meses. Por lo pronto, empezó a marcar tendencia: ya se habla de un film sobre Google. No sería extraño que quieran hacer algo acerca de Twitter, también. ¿Y con Youtube como tema central? Si detrás de cámara se involucra gente capaz, los resultados pueden ser igual de positivos. Internet da para todo.
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