En este cuarto episodio de la saga de filmes basados en el popular videogame, el mundo continúa devastado por un virus que convierte a sus víctimas en zombies asesinos y Alice -la sobreviviente de los experimentos de la sustancia T- prosigue su búsqueda de humanos no infectados.
Con las esperanzas cada vez menores de encontrar un rincón del mundo sin contaminar, Alice termina atrapada en la ciudad de Los Ángeles, ahora consumida por el fuego e invadido por miles de no muertos.
Escrita, dirigida y producida por Paul W. S. Anderson, y con Milla Jovovich nuevamente a la cabeza del reparto, la banda sonora y los efectos visuales se llevan los pocos méritos de estos poco más de noventa minutos. Lo prometedor que se vislumbraba en la introducción poco a poco va dejando paso a las incongruencias más frecuentes del cine de acción. Más allá de esto, cabe destacar que “Resident Evil 4: La Resurrección” es la película que hasta ahora mejor ha sabido aprovechar los recursos que la tecnología 3D brinda a la nueva cinematografía.