Dentro de los directores de cine argentinos dedicados al género fantástico y de terror, Gabriel Grieco se destaca por una marcada temática social. Naturaleza muerta, su ópera prima, le permitió hablar del veganismo. Hipersomnia tocaba la trata de mujeres. Respira, su tercer opus, va por el lado de la contaminación indiscriminada.
Leonardo (Lautaro Delgado Tymruk), un piloto comercial desempleado, acepta un trabajo como fumigador en plantaciones de soja. Esto lo lleva a mudarse a las afuera de la ciudad con Leticia (Sofía Gala Castiglione), su esposa, y Manuel (Joaquín Rapalini Olivella), el hijo de ambos. La situación no es cómoda para ninguno, ya que implica un cambio rotundo de vida, aunque ponen la mejor voluntad. Sin embargo, a las pocas horas van a descubrir que aquel ámbito rural posee sus propios secretos, sus propios malestares, y una guerra está a punto de desatarse.
La película cuenta con una estructura similar a la de Los perros de paja, de Sam Pekimpah: tenemos a personajes urbanos y modernos que llegan a un ámbito pueblerino, donde no son demasiado bien vistos (o vistos con lascivia, en el caso de la mujer), y la situación se sale de control. Grieco no busca las vejaciones más crudas, aunque el tercer acto es lo suficientemente apoteótico. Sí apuesta por una intriga creciente, y una vez más logra que la denuncia, aun estando presente, no tape la historia.
Lautaro Delgado Tymruk vuelve a interpretar -de buena manera- a otro antihéroe atormentado que debe hacerse cargo de una situación delicada. Sofía Gala Castiglione compone a una mujer parecida a su personaje en La sabiduría, de Eduardo Pinto: es de la ciudad y llega al campo, se topa con sorpresas desagradables pero sabe dar pelea. Y como en aquella ocasión, y en otras ocasiones, brinda toda su potencia actoral. Por su parte, el joven Joaquín Rapalini Olivella viene haciendo una carrera interesante, luego de participar en Las Ineses y Natacha, la película. Como es habitual, Leticia Brédice logra lucirse en sus escenas, y del lado de los villanos sobresalen Daniel Valenzuela y Gerardo Romano. Mención especial para el siempre infalible Chucho Fernández, uno de los duros del cine argentino de los últimos tiempos.
Más un thriller que una de terror (como se la vende), Respira es un nuevo e interesante paso creativo de Grieco, del que aún podemos esperar mucho más.