La familia se agranda
El que llega a ver “Río 2” viene, generalmente, de dos circunstancias. O le gustó muchísimo “Río” o bien le hablaron maravillas de esa película y quiere saber de qué se trata la segunda. Como sea, el espectador saldrá de la sala con la sensación de haber visto una buena película de animación. Quizá el principal objetivo de Blue Sky Studios y Carlos Saldanha, el director de este filme. Aquí Perla, Blu y sus tres hijos irrumpirán en el Amazonas con el fin de buscar sus raíces, algo cansados de la vida urbana en Río de Janeiro. Al meter el pico en la selva comprobarán que no son los únicos guacamayos azules que hay en el mundo. Y allí comienza la sensación ambigua de los personajes, quizá no tan explotada por el director, pero al menos sobrevuela la trama: y es que la libertad de descubrir el costado más salvaje que tiene el hecho de vivir en medio del verde total se enfrenta con la dificultad de soportar a los parientes. Es aquí donde hay algunas perlitas de humor, que impactan mayormente en los niños, aunque uno de los platos fuertes de “Río 2” son los números musicales, especialmente “I will survive”, que deleitará especialmente a los papás. Con un inevitable mensaje ecologista, “Río 2” no alcanza el registro de calidad del guión de la primera, pero invita a irse del cine con una sonrisa. No es poco, tampoco demasiado, pero vale verla, con o sin 3D.