Una nueva película de terror llega a las carteleras, porque la oferta nunca termina. En este caso, estamos ante una película británica dirigida por David Bruckner y escrita por Joe Barton, de una adaptación de la novela de Adam Nevill. “El ritual” empieza con un grupo de amigos treintañeros que planean un próximo viaje en conjunto ya que la adultez y las responsabilidades comienzan a alejarlos.
La idea es hacer algo diferente y se les ocurre hacer hiking por una zona montañosa y verde de Suecia. No obstante, aquella noche que los encuentra reunidos también marca, tras una situación de esas imprevistas e inesperadas, el fallecimiento de uno de ellos.
Una muerte que se sucede dejando a su protagonista Luke (Rafe Spall) en un estado de culpa y confusión, ya que es el único testigo y porque se esconde, se mantiene oculto y en silencio.
Tras ese prólogo, los encontramos a los cuatro amigos restantes acampando, llevando a cabo en homenaje a este amigo ese mismo viaje que habían empezado a planear todos juntos. Pero además de un clima hostil (hace mucho frío y les agarra la lluvia), uno de ellos se lastima la pierna y eso entorpece lo que queda del recorrido.
Es por eso que llegan a la conclusión de que adentrarse en el bosque es cortar camino. “Si fuese un atajo, estaría en el mapa”, llegará a la conclusión uno de ellos prontamente. Desde que se introducen en ese bosque las cosas no van a pintar bien. Un cuerpo animal colgado desde muy alto y con las tripas en el suelo, extraños símbolos tallados en los árboles y una casa abandonada que utilizan como refugio una noche de lluvia.
Una casa donde pretenden descansar y dormir y sin embargo cada uno se encuentra con pesadillas en carne viva. Y claro, Luke se encontrará con todo eso que le viene dando vueltas en la cabeza desde que perdió a su amigo.
Después de pasar una noche así de tenebrosa, la idea es clara: irse de allí lo antes posible. Pero nada nunca en estas películas va a ser rápido ni sencillo y a medida que intentan irse de allí se van encontrando con cosas peores.
Ese bosque guarda algo muy oscuro y terrible. “El ritual” apela a varios clichés del género y sin embargo hace aprovechamiento del terror ya bastante empezada. Antes, opta por un clima algo más relajado para desarrollar mejor esta amistad colectiva y cada una de las personalidades, aunque a excepción de su protagonista el resto terminan quedando algo desdibujados, difícil de distinguir entre uno y otro.
Ya en la segunda mitad estamos ante la película de terror buscada, con imágenes y climas muy bien creados.
No conviene adelantar mucho de lo que se va a ver pero se puede decir que está bien trabajado el género y que Rafe Spall logra destacarse.
A la larga, acá no nos encontramos ante un grupito de adolescentes bobos como tantas películas de terror, al contrario, son hombres adultos, cada uno con su vida armada. Lamentablemente, si bien el terror se va construyendo con éxito durante gran parte del relato, la resolución resulta tan rápida y fácil que desaprovecha todo lo generado con anterioridad.
Aun así, “El ritual” es una propuesta interesante dentro del cine de género, con mejores intenciones que resultados pero que funciona.