Aquellos que vayan a ver esta película pensando que se van a encontrar con el director de "Blade Runner", o al menos el de "Gladiador" saldrán de la sala decepcionados. Ridley Scott se embarca en esta precuela sobre la leyenda del aventurero que les robaba a los ricos para regalarle a los pobres y logra un filme que apenas despega en los últimos veinte minutos. Una trama demasiado extensa y escenas muy dialogadas hacen que la película de acción tenga baja intensidad, pocas flechas y escasas batallas. Sin embargo, los amantes del género le encontrarán encanto a la figura de un Robin Hood que no es un héroe imbatible, sino que se muestra como un personaje con fortalezas y debilidades. Además, el perfil seductor del personaje de Cate Blanchett aparece como un bálsamo.