Amantes eran los de antes
La posiblemente obra más reversionada y adaptada del mundo es definitivamente también la historia de amor más conocida por todos: Romeo y Julieta de William Shakespeare. A la historia la conocemos todos pero se resume así: Los Montesco y Capuleto son enemigos históricos, y utilizan las calles de Verona como escenario principal para sus peleas . Sin embargo, el joven Romeo Montesco está por fuera de esta disputa de la que sólo es parte por una cuestión de tradición familiar. Un día Romeo asiste a un baile de máscaras en la propiedad de los Capuleto, evento donde esperan que su hija Julieta se comprometa con el joven Conde Paris. Pero las cosas no salen como se planean, y esa noche en vez de comprometerse, Julieta conoce a su Romeo y casi instantáneamente se enamoran; sabiendo que tendrán que ballatar contra todo y todos para poder vivir ese amor.
Hemos visto o sabido de distintas versiones: por un lado la de Georges Méliès de 1902 que se considera perdida, o las más memorables de Franco Zeffirelli (1968) o mi favorita, la original y personalísima de Baz Luhrmann (1996). Todas y cada una fueron y siguen siendo recordadas por algún elemento distintivo ya sea la fiel reproducción y tradición de los textos, la originalidad del contexto donde sucede, el ingrediente pop moderno, o los recursos técnicos que se utilizaran. Allí es donde reside el primer conflicto con esta nueva versión de 2013 que pareciera ser una reproducción más de la tragedia shakespearana aunque sin su componente principal: la pasión.
William Shakespeare en todas y cada una de sus obras nos habla de diversos temas universales, pero centrándose en uno principal: en Macbeth hay ambición, mentira y codicia; en Otelo celos, en Hamlet todo eso se condensa en deseo procrastinado y en Romeo y Julieta el gran tema central es la pasión como motor de ese amor tan imposible, riesgoso y prohibido. No olvidemos que los personajes son adolescentes cuando se conocen y su frescura, libertad y obsesión amorosa los lleva al punto de envenenarse intencionalmente ( en el caso de Romeo) porque sin Julieta y su pasionalidad, el mundo ya no es mundo y la vida no merece ser vivida así. Bueno todo eso que el texto aún siendo sólo la transcripción de la obra, sabe transmitirnos para lograr emoción y empatía, y que ni hablar de las funciones teatrales o proyecciones fílmicas nombras; aquí esta ausente.
No hay química entre los protagonistas; la joven Julieta (Hailee Steinfeld) luce aún más joven de lo que el personaje requiere, pero a pesar de eso por momentos (los menos) logra trasmitir inocencia y pureza pero todo esto cae cuando comparte escenas con Romeo (Douglas Booth); el amante más inexpresivo que hemos visto en mucho tiempo...Un joven que reaaciona de la exacta misma y vacía forma cuando conoce y se enamora de la joven, cuando son separados y cuando finalmente ocurre el trágico desenlace. El resto del elenco incluye nombres más conocidos y respetables como Damian Lewis, Paul Giamatti, y Natascha McElhone pero excluyendo algunas escenas de Giamatti, los demás no suman ni restan.
Probablemente esta nueva versión pueda ser una forma de llegar a un público joven, el tipo de público que tal vez acepte con más clemencia ver este tipo de películas románticas edulcoradas.
Por Marianela Santillán