Todos sabemos que Shakespeare es el gran dramaturgo que ha existido. Sus historias contienen temas tan universales que no podemos dejar de emocionarnos con sus personajes y sus situaciones. Pero Shakespeare ha sido adaptado más veces de las que podemos contar y, entonces, me pregunto ¿Era necesaria una nueva versión de una de sus obras más famosas sin sumar nada nuevo?
En este caso, la Verona de los Montescos y Capuletos está representada tal cual pide la ambientación según la época, al igual que los vestuarios. Como eran dos familias influyentes, claro está que los espacios son señoriales y hay un despliegue interesante. Filmados con encantos, tenemos cámaras que giran sobre su eje mientras descienden por las escaleras con un travelling y momentos más tarde, trepan paredes y balcones. Todo esto, claro está, en lo que vendría a ser la parte de encanto entre los amantes.
Carlo Carlei, el director, viene de un ambiente más televisivo, pero al menos logra que visualmente la historia sea atractiva. La otra parte la hace la música del impresionante Abel Korzeniowski (que ya estuvo a cargo de la recomposición de la música de Metrópolis y de la de WE), que si bien está lejos de la parafernalia de Baz Luhrmann o lo trágico de la composición de Nino Rota para la película de 1969, logra brindar por momentos fragilidad y por otros vigor para esta agridulce tragedia. Y esto fue todo lo positivo que le pude encontrar.
Tenemos a un Romeo (Douglas Booth) que, como es lindo, está más preocupado en estar estoicamente parado que en tener conexión con su Julieta (Hailee Steinfeld). Los diálogos les salen acartonados y sin un poco de pasión que caracteriza al personaje.
Julieta es todo pasión, pero por momentos parece que está desesperada porque Romeo deje de posar y le preste atención entonces la pareja queda el colmo de dispareja. Pasar de True Grit a esto debe ser terrible. Entiendo que hay una forma shakespeareana de actuar, el problema es que si adaptamos el texto, tenemos que pensar cómo queremos adaptar las actuaciones también.
Me dieron un poco de pena Damian Lewis y Paul Giamatti que se lo tomaron en serio y realmente dieron buenas actuaciones. El problema es que nadie más lo hizo, pero al menos será exitosamente olvidado. Ellos es probable que sean recordados como parte de este proyecto. No es que la película sea terriblemente mala, o peor a otras cuantas de este estilo, es que simplemente no trae nada nuevo a la mesa más que caritas jóvenes que la industria prueba promocionar. Ni una vuelta de tuerca. Si va a ser así, pido por favor que dejen a Guillermo descansar en paz.