Las heridas indelebles de la dictadura uruguaya es el tema de este documental de Julián Goyoaga. San Javier era un tranquilo pueblo de inmigrantes rusos, en el que en 1980 militares secuestraron y torturaron a un grupo de jóvenes que luego fueron liberados. En 1984 volvieron por Vladimir Roslik, el médico del pueblo, un hombre muy respetado cuyo "crimen" había sido estudiar en Rusia. Roslik se convirtió en la última víctima fatal de la dictadura uruguaya. Utilizando material de archivo, entrevistas y animación se cuenta aquí su historia, la de su viuda, Mary, y la de su hijo Valery. El dolor sostenido con aplomo que demuestran es conmovedor, así como lo es la forma en que transforman la oscuridad del pasado en un futuro esperanzador.