"Mi nombre es Niki Lauda. En el mundo de las carreras se me conoce por dos cosas. La primera, por mi rivalidad con él, James Hunt; y la segunda, por lo que ocurrió el 1º de Agosto de 1976, cuando persiguiéndolo en la pista, tuve un accidente", narra en voz en off Daniel Brühl, el actor que encarna al piloto austríaco campeón de la Fórmula 1 en tres ocasiones (1975, 1977 y 1984) en la más reciente película dirigida por Ron Howard ("Apollo 13", "Una Mente Brillante", "El Código Da Vinci"), la cual recrea la época dorada -pero también la más peligrosa- de la categoría reina del automovilismo mundial en tiempos en los que un promedio de tres pilotos por temporada perdían la vida.
Escrita por Peter Morgan ("Frost/Nixon: La Entrevista del Escándalo", "La Reina"), la trama (cuyo guión está muy bien estructurado) se centra en los legendarios enfrentamientos entre el propio Lauda y el británco James Hunt (papel interpretado por Chris Hemsworth), dos personalidades muy distintas con estilos de vida muy diferentes.
Uno es un metódico estratega con conocimientos de ingeniería automotriz y reservado; el otro, carismático y telantoso, pero arrogante. Todo un playboy al que le encantaba estar de fiesta y divertirse con las mujeres bebiendo alcohol, fumando cigarrillos y consumiendo sustancias ilegales.
Pero hay algo que ambos tenían en común, además de la adrenalina que genera la velocidad: el haber desafiado a sus padres (ambos pertenecían a familias adineradas) dejando de lado el estudiar una carrera de grado para dedicarse a ser pilotos y abrirse camino hacia la F1.
Hasta llegar al hecho que cambió de cierta manera la vida de Lauda (el accidente -casi fatal- que sufrió en el circuito de Nürburgring, Alemania, en el cual sufrió severas quemaduras de tercer grado en su cabeza y cuerpo), "Rush - Pasión y Gloria", si bien se desarrolla tomando como eje toda la temporada de 1976, va llevando al espectador desde los comienzos de ambos, jóvenes novatos, en la Fórmula 3 hasta sus respectivos primeros pasos en la máxima categoría.
Mientras Lauda comenzaba en el equipo BRM, donde conoce a su compañero Clay Regazzoni (papel a cargo de Pierfrancesco Favino), Hunt es contratado por Hesketh Racing. Más tarde, Lauda se une a la Scuderia Ferrari y Hunt logra conseguir un puesto en McLaren.
Pero el film no sólo se dedica a mostrarnos sus colisiones dentro de las las pistas; también le dedica parte del metraje a sus vidas privadas. Mientras los dos corredores se exigen hasta el punto máximo de su resistencia física y psicológica, el británico se casa con la modelo Suzy Miller (Olivia Wilde), mientras que el austríaco desarrolla una relación con Marlene Knaus (Alexandra Maria Lara).
La recreación de época es formidable. Comenzando por el diseño de producción (una combinación de locaciones reales y CGI), vestuario y accesorios, pasando por los aspectos técnicos, entre los que se destaca la fotografía, de tono lavado, a cargo de Anthony Dod Mantle, quien utilizó algunos lentes de aquellos tiempos. Por su parte Mark Coulier ("La Dama de Hierro"), logró un trabajo con prótesis tan acertado que, aún en primeros planos, pueden verse las cicatrices de las quemaduras.
Por todo ésto y mucho más (las actuaciones de Hemsworth y Brühl son perfectas), Howard logra, de una manera muy verosímil, transportarnos no sólo a la década de los 70 sino a aquellas carreras que no contaban con los avances tecnológicos que existen en la actualidad, en las cuales los pilotos arriesgaban absolutamente todo para ser campeones, prácticamente sin margen para el error.
Así, logra contarnos la historia de dos hombres con grandes fallas y conflictos internos que competían uno con el otro, no sólo para ganar los grandes premios, sino para superarse entre sí. Su rivalidad los llevó a ser hombres más completos, al empujarse uno al otro a mejorar no sólo dentro de las pistas sino también fuera de ellas. Entretenida, fascinante, vertiginosa y adrenalínica... eso es "Rush - Pasión y Gloria".