REHACER MAL
Antes de convertirse en tuitstar y recomendarle a sus seguidores a quien votar, Juan José Campanella hizo su mejor film “El secreto de sus ojos” (2009) con el oficio de quién dirigió varias series de procedimiento, un guión sólido basado en la novela de Eduardo Sacheri, personajes queribles y un pulso cinematográfico en la memorable escena del estadio. Así llegó el Oscar y con él, Hollywood y sus dólares.
Para saber lo que Hollywood hace con las remakes de films extranjeros, nada más hace falta ver sus versiones de “Oldboy” y “Let the Right One In”.
“Secretos de una Obsesión” es un film menor, que toma las bases fundamentales de la trama de la película argentina y deja de lado los detalles y la construcción de personajes que tenía el film original.
Todo lo “americanizable” se “americaniza”, el cómic, el béisbol y la dictadura pasa a ser el estado de paranoia que vivía el Estados Unidos post 9-11.
Filmada con plana monotonía por Ray, recuerda más a un episodio de “Cold Case” que a un film que intentaba decir algo acerca de la moral, las instituciones y la justicia. Aquí los personajes no parecen conducidos por la pasíon, ni siquiera por la obsesión que hace referencia el título local, más bien resultan caprichosos y sobreactuados -especialmente Roberts- deambulando un caso con total impericia en todos los aspectos.
Lo que funcionaba en “El secreto de sus ojos” era también la historia de amor, al contrario de lo que sucede aquí con la nula química de los personajes de Kidman y Ejiofor, el espectador deseaba que Villamil y Darín finalmente estuviesen juntos.
El giro sorpresivo del tercer acto, tenía un impacto emocional dado por el contexto que en esta remake es blando y frío y que cuando llega sólo atinamos a buscar el control remoto, pensando por un momento que estábamos viendo cualquier canal de cable un viernes a la madrugada.