Y finalmente llegó la edición norteamericana de la ganadora del Oscar “El secreto de sus ojos”. Con Nicole Kidman, Chiwetel Ejofor y Julia Roberts, este thriller resulta ser más sórdido que el argentino aunque no alcanza el nivel del original dirigido por José Campanella. La historia del filme se basa en dos investigadores del FBI, Ray y Jess y la Fiscal Claire, que cuando van a cubrir un asesinato en su distrito, descubren que la adolescente asesinada es la hija de Jess. Esa proximidad entre la víctima y la justiciera hace que la trama se modifique radicalmente. De este modo, la novela de Eduardo Saccheri que fue adaptada por Campanella en 2010, ahora vio su versión norteamericana con un guión y dirección de Billy Ray, que estuvo a cargo de “Los juegos del hambre” y “Capitán Phillips” y, que en este caso, realizó un complejo entramado. Resulta imposible no hacer comparaciones; las miradas entre Ricardo Darín y Soledad Villamil ahora son reemplazadas por las de Ejofor y Kidman, aunque sin generar las mismas chispas que sus antecesores. Otro de los factores que se modificó exponencialmente fue el referido a todo lo que tiene que ver con la idiosincracia argentina; el FBI toma el lugar de la fiscalía y la cancha de beisbol, la de la famosa escena en la cancha de fútbol. Trece años después del crimen, lo que parecía un caso abierto, quizás estaba cerrado. Y aunque resulta un tanto decepcionante ver una película de la cual ya se conoce el final, los condimentos inesperados hacen que valga la pena.