La formula se repite pero los actores, las situaciones y la moraleja cambian. Al mejor estilo "Un Viernes de Locos" o "Este Cuerpo no es Mío", este film concebido por los escritores de "Qué Pasó Ayer?" (Jon Lucas y Scott Moore), y por el mismo director de "Los Rompebodas" (David Dobkin), nos presenta la historia de dos mejores amigos cuyas vidas se ponen patas para arriba cuando un día despiertan en el cuerpo del otro.
Dave (Jason Bateman) es un adicto a su trabajo como abogado a la espera de convertirse en socio de la prestigiosa firma para la que trabaja, está casado con Jamie (Leslie Mann) y es padre de tres niños; mientras que el inmaduro e irresponsable Mitch (Ryan Reynolds) es un soltero empedernido, mujeriego al extremo y aspirante a actor que sólo vive de empleos ocasionales.
Si bien han crecido juntos, a medida que han pasado los años, este par de amigos se ha ido distanciando poco a poco porque al personaje de Bateman le cuesta mucho trabajo mantener el tipo de amistad que lleva con el interpretado por Reynolds, ya que a éste sólo le interesa continuar disfrutando de la vida como si aún fueran unos niños.
Tras una noche de diversión (de esas que no se les dan muy seguido a causa de las responsabilidades de Dave), ambos -algo borrachos- se confiesan mutuamente que desean la vida del otro porque para Mitch, Dave lo tiene todo, y para Dave, tener la vida de Mitch, sin presiones ni obligaciones ni consecuencias, sería un sueño hecho realidad.
El pequeño detalle, y con ésto no revelo nada porque está incluído en el tráiler, es que la confesión y el posterior cambiazo sucede mientras están orinando en una fuente de un parque público que tiene una diosa mitológica sobre la que el espectador nunca sabrá cuál es su origen.
A partir de ese instante, más precisamente a la mañana siguiente, los protagonistas notan que hay algo raro y buscan una forma de regresar a sus propios cuerpos mientras lidian con las rutinas y los hábitos diarios del otro, tratando de no estropearlos. Claro que los enredos y las situaciones insólitas, están a la orden del día.
Divertida, pero sólo por momentos, y repleta de situaciones escatológicas y sexuales, "Si Fueras Yo", que cuenta con eficaces desempeños tanto de Bateman como de Reynolds en lo que respecta a este tipo de comedias, nos propone pasar un buen rato viendo cómo estos insatisfechos personajes logran descubrir que la vida del otro no era tan ideal como parecía.