No es otra película de mafiosos
La dupla McDonagh/Farrell, que tuvo gran éxito en la película Escondidos en Brujas (In Bruges, 2008), se repite de nuevo en esta intensa comedia negra que inteligentemente juega con los códigos del cine de mafiosos para presentar una nueva propuesta narrativa.
Sie7e Psicópatas (Seven Psychopaths, 2012) cuenta la historia de Marty (Colin Farrell) un escritor frustrado que esta intentando terminar su guión “Seven Psychopaths” sin éxito alguno. Su mejor amigo, Billy (Sam Rockwell), es un actor desempleado que intenta ayudar a su amigo a inspirase para terminar el guión mientras se gana la vida robando perros con su cómplice Hans (Christopher Walken). El negocio turbio de Billy se torna siniestro cuando le roba un chitsu a Charlie (Woody Harrelson) un mafioso con mal temperamento que hará lo que sea para recuperar a su preciado perro.
El director Martin McDonagh logra trasmitir una historia divertida y compleja que atrapa al espectador durante todo el transcurso del film. Gracias a los varios saltos en el tiempo, los múltiples personajes en pantalla y los constantes momentos cómicos; la historia adquiere un dinamismo que le brinda un valor agregado a la película, como también hace difícil clasificarla dentro de un género exclusivamente.
Es en esta característica en particular que se puede apreciar lo innovador de Sie7e Psicópatas. Su estilo narrativo demuestra una intención de satirizar las películas de mafiosos y pistoleros, generando un intento de reinvención de los códigos propios de estos films; resultando una propuesta llamativa y refrescante. Aun sí, la película no recae en chistes flojos y parodias mediocres para lograr su cometido. La cuidada estructura del guión resalta la complejidad de la historia mientras el acercamiento cómico hacia el relato hace que esta complejidad sea llevadera y completamente entretenida.
Las múltiples historias que aparecen dentro del film remiten al mejor estilo Tarantino. Con excéntricos personajes que van revelando capas con cada punto dramático, Sie7e Psicópatas logra mantener el suspenso durante sus 90 minutos; mostrando cosas que no siempre son lo que son y personajes que no siempre parecen lo que demuestran. Dentro de la amplia gama de personajes se resalta el trabajo de Sam Rockwell en el papel de Billy, un colorido personaje que tiene varias escenas donde se roba el protagonismo con escandalosos discursos y chistes fuera de contexto. Como siempre, la actuación de Christopher Walken es para disfrutar plenamente; el veterano actor demuestra los mejores dotes actorales dentro de un sólido grupo de personajes y utiliza sus icónicos rasgos físicos (voz gruesa y ojos punzantes) para llevar a su personaje hasta el mas oscuro -y divertido- nivel posible.
Sie7e Psicópatas es el resultado de un cuidado proyecto que intenta separase de los demás productos del medio, con la intención de presentar nuevas propuestas basándose en códigos previamente establecidos. En esto, la película es un éxito: su innovación es palpable en el tratamiento de la historia y la sensación de satisfacción se hace presente tan pronto comienzan los créditos.