El queridísimo director Martin Scorsese regresa a la pantalla grande después de 3 años de ausencia. Silencio marca la vuelta del lado más complejo de Scorsese, ese lado espiritual que no sale al sol desde Kundun (una de las obras olvidadas del autor) hace 20 año. Silencio es un film casi obligatorio para los fanáticos de Scorsese. La película consigue invocar nuevamente el ánimo controversial y seductor que una vez se vio en La Última Tentación de Cristo.
Con simbolismos en cada esquina - marcas registradas del director en cada una de sus películas - el proyecto es un viaje inverso sobre el poder de la fe y la esperanza de los protagonistas, en vez de tratar la búsqueda y renovación de un objetivo, Silencio se encarga de desplegar otro camino argumental... el peso de la fe en situaciones de vida o muerte, la renovación es cosa del pasado en el film de Scorsese y eso es el punto crítico en este gran largometraje.
Estos 161 minutos narran el viaje de SebastiánRodríguez y Francisco Garupe (interpretados por Andrew Garfield y Adam Driver) dos curas Jesuitas que intentan dar con el paradero de su mentor, el padre Ferreira (Liam Neeson) después de la noticia del abandono de su hábito. Se agradece el ver a Neeson en otro papel que no sea de héroe retirado del cine de acción y la presencia de Driver mantiene la tensión en las escenas más complicadas del film; pero Silencio es el “show” de Garfield, que ya a esta altura esta consagradísimo en el escenario Hollywoodense. Es inexplicable la opción de la academia por seleccionar su actuación en Hacksaw Ridge sobre su rol en Silencio, una actuación de grandes rangos en la totalidad de la película, impecable.
Queda claro que Scorsese no hizo un proyecto para una selección de público amplio, es una película con gran carga religiosa, extremadamente dura en ciertas escenas sobre determinadas posturas de la iglesia (palazos de arriba a abajo para el Budismo) y esto seguramente no va a ser agradable para todo el mundo. Dejen atrás The Departed y vuelvan a La última tentación de Cristo o la ya mencionada Kundun. Silencio es una película para ojos experimentados y afiliados en ver belleza en escenas simples.