Juan Pablo Russo (EscribiendoCine):
Sin justicia
El 29 de marzo de 2010, durante un supuesto robo, Silvia Suppo es asesinada en su negocio de Rafaela de nueve puñaladas. Pero Silvia no era una habitante más de la ciudad santafesina, sino que era una testigo fundamental de un juicio de Lesa Humanidad. ¿Qué se esconde detrás de esa muerte? Es la pregunta que se hace la realizadora Paula Kuschnir en un documental de investigación que reconstruye la vida de Silvia y las razones que la condujeron a su muerte.
Silvia Suppo, vivió toda su vida en Rafaela, provincia de Santa Fe, era militante y durante la última dictadura cívico militar estuvo detenida en un centro clandestino donde fue torturada, violada y obligada a realizar un aborto en cautiverio. En 2009 fue una de las testigos claves en uno de los juicios de lesa humanidad, y su declaración fue relevante para condenar a 20 años de prisión el ex juez federal Brusa y al grupo de tareas que lo acompañaba. Tres meses después, el 29 de marzo de 2010, fue asesinada de 9 puñaladas durante un confuso asalto. La causa hoy sigue impune, con dos jóvenes condenados a prisión perpetua sobre los que no existen pruebas fehacientes de su culpabilidad.
Silvia (2015) es un clásico documental de investigación donde su importancia radica en el contenido más que en la forma. Básicamente Silvia) se compone de testimonios y material de archivo (en su mayoría correspondiente al juicio) que van reconstruyendo la vida la protagonista y abriendo preguntas en lo que respecta a su asesinato. Kuschnir genera una línea de investigación que deja al descubierto una red de complicidades entre los diferentes poderes para evitar el esclarecimiento del crimen. Familiares, amigos, vecinos de Rafaela y quienes estuvieron detenidos con ella serán los encargados de armar esta especie de rompecabezas que plantea la hipótesis de que el robo fue solo la excusa y que detrás de esa muerte se esconden muchas razones.
Documental de cabezas parlantes, en la línea de la denuncia, Silvia viene una vez más, como sucede muchas veces con el cine, a visibilizar un hecho impune, que revela como aún hoy quienes fueron participes de la dictadura militar siguen, desde la sombras, imponiendo el terror, con la colaboración en parte de la sociedad civil. Callando con balas para amedrentar a quienes tienen la intención de hablar.
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