Llega a los cines argentinos la última entrega de esta historia surgida en una trilogía de novelas y que catapultó a la fama a la actriz Jennifer Lawrence.
Pasaron ya tres años y medio del estreno de la primera entrega de Los Juegos del Hambre y en el medio ocurrieron una serie de hitos que transformaron a su protagonista, Jennifer Lawrence, en la actriz mejor paga de Hollywood en la actualidad.
La joven ganó un Oscar en 2013 por El Lado Luminoso de la Vida y fue nominada nuevamente por Escándalo Americano al año siguiente y en 2015 ganó la friolera de 52 millones de dólares según la revista Forbes.
Por eso, para analizar el fenómeno de una serie de películas basadas en la distopía apocalíptica escrita por Suzanne Collins es imposible separar el mismo de la figura de Lawrence y determinar a si el éxito corresponde a la literatura, a la actriz o a un combinado de ambos.
En el caso de este nuevo filme, el cuarto ya, cabe aclarar que es la segunda parte de la adaptación del tercer libro y por ende un intento de los productores de extender lo más que se pueda la vida útil de la licencia, al igual que hicieron antes con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte y, más recientemente, El Hobbit.
Esto quizá le juegue en contra al film, cuya primera parte ya se notaba muy estirada y no hace otra cosa que repetir la tendencia que a en ocasiones se transforma en una pesadilla dados los 137 minutos de duración de la producción.
Con tal cantidad de tiempo, hay tiempo de sobra para que casi todos los personajes del filme se despidan de los fanáticos, sobre todo actores como Elizabeth Bank, cuya Effie casi ni figura en la novela original, o Woody Harrelson y su inolvidable Haymitch.
El director Francis Lawrence (realizador de los tres últimos filmes) comprende lo que tiene en mano y trata de aplicar su dinamismo narrativo en la medida de lo posible y transforma a Sinsajo parte 2 en una de acción en la que los tres protagonistas (Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth) se llevan la mayoría de las escenas.
Así y todo, las apariciones de los veteranos Donald Sutherland, Julianne Moore y el fallecido Phillip Seymour-Hoffman son tan intensas como para quedar en la memoria.
Redondeando, el final de Sinsajo cumple con lo prometido sin grandes sorpresas pero queda en claro que hubiese ganado muchos puntos si hubiese sido exhibida en cines en una sola película de larga duración –tal como ocurrió con la segunda entrega- y reservado todas las escenas extras para la televisión o la edición en DVD pero los ánimos de lucro son más fuertes en Hollywood.
En el lado positivo, Jennifer Lawrencce actúa (y bien) en el 98 por ciento del filme.