La saga cinematográfica de Los Juegos del Hambre llega a su final, bajo la dirección, otra vez, de Francis Lawrence. La revolución de Panem a punto de estallar, todos están guiados por el Sinsajo: Katniss Everdeen.
En 2012 Harry Potter y las siete películas adaptadas de sus libros dejaron vacante el trono de la saga que pudiera reinar al público juvenil. Y llegaron Los Juegos Del Hambre, tres libros que ofrecían una realidad muy diferente a la de los magos. Tras cuatro años de dominar la taquilla y vender millones de ejemplares alrededor del mundo, la saga escrita por Suzanne Collins se despide de sus fanáticos con un emotivo final.
Sinsajo: El Final tuvo que atravesar el problema que dejó la primera parte, una película lenta con muy poca acción (al contrario de sus antecesoras) y con una historia que no terminaba de cerrar. Al parecer, las peleas, las explosiones y los grandes enfrentamientos que no hubo en la película anterior se acumularon para este gran final.
La historia retoma lo último que se vio en Sinsajo Parte 1: Katniss se enfrenta a la idea de que Peeta fue manipulado por el Capitolio para que la odiase y matara. A su vez, la revolución de los distritos esta en su punto máximo y se necesita de un último empujón para terminar de concretarla. Katniss, como la figura de la revolución, es utilizada como Sinsajo en cada uno de los spots para los rebeldes; allí ella ve la posibilidad de finalizar su propia misión personal: matar al presidente Snow.
Mucho más entretenida que las películas anteriores, el ritmo de Sinsajo: El Final no duerme y mantiene en vigilia al espectador sin darle un descanso en este desenlace. Con grandes referencias a las películas anteriores, como son las trampas que le tiende a Katniss el capitolio al simular una nueva edición de los juegos del hambre, el film tiene un final con el peso y la altura que una saga del estilo precisa.
En cuanto a las actuaciones, Jennifer Lawrence se destacó en su papel desde un principio, sin ser un cliché de heroína literaria: Katniss enfrenta una contradicción personal más fuerte que la romántica, y esa ausencia de triángulo amoroso agrada, sin dudas, al público. El elenco que acompaña es un reluciente grupo de actores, compuesto por Julianne Moore como una líder tirana que no presenta ningún altibajo, Elizabeth Banks en el reluciente personaje de Effie, Woody Harrelson como el eterno mentor de Katniss. Y también, una última aparición de Philip Seymour Hoffman, quien no logró concretar el rodaje de todas sus escenas debido a su muerte en febrero de 2014. Los roles más mediocres se presentan en los candidatos de Katniss, quienes no terminan de aportar nada fuerte a la historia como lo hacían antes: Josh Hutcherson, el gran problema de la primera parte de Sinsajo, ahora es solo un relleno, al igual que Gale, personificado por Liam Hemsworth.
Los Juegos Del Hambre se despide con un film que le hace frente a los tantos finales de saga literaria que se han visto en el cine. Con una trama que logró crecer año a año para ubicarse por encima de muchas películas similares, ésta cuenta con la particularidad de tener un espíritu propio y una gran relación con su público.