Snowden, un personaje a la medida de Oliver Stone
¿Héroe o traidor? Aunque intente no emitir juicio, el responsable de producir la mayor fisura en la seguridad en toda la historia de la inteligencia en Estados Unidos no podía sino resultar un personaje irresistible para Oliver Stone. No extraña que lo haya calificado como una de las figuras más atrayentes del siglo XXI, y haya sido de los primeros en anotarse para dedicarle una de sus biopics. Por supuesto, quiso ser fiel a la versión de los hechos proporcionada por él, de modo que recurrió, entre otras fuentes, al libro La hora del pulpo, del abogado ruso Anatoly Kucherena, también profundo conocedor de los servicios de inteligencia (y que logró obtener para el ex agente de la CIA el estatus de refugiado cuando entró clandestinamente en Rusia, donde aun reside). Y aunque el propio interesado reconoció que lo que cuenta el director de Pelotón y Nacido el 4 de julio es bastante veraz, tal fidelidad, que se extiende al minucioso trabajo de Joseph Gordon-Levitt, no contribuye a fortalecer el interés de la película, cuyo lanzamiento en Estados Unidos Stone demoró hasta septiembre con la esperanza de que ingrese en la carrera por el Oscar.
De todas maneras, no es mucha la novedad que aporta el film, de extensos (y no siempre apasionantes) 134 minutos de duración. Sobre todo para quienes vieron en el último Bafici o vía Internet, Citizenfour, el documental de Laura Poitras sobre el mismo personaje y las maniobras de espionaje masivo de la agencia de seguridad norteamericana que él denunció.