Jon Favreau y Vince Vaughn se unen una vez más para traernos una comedia, en este caso algo bastante lejos de lo que fue Swingers. La película narra la historia de cuatro amigos y sus respectivas parejas cuyos matrimonios están en crisis y deciden aventurarse a unas vacaciones.
Si bien nadie va a negar el ingenio de la dupla Favreau-Vaughn, ni el talento para la comedia de Jason Bateman, y asi como nadie discute la belleza de Kristen Bell, Malin Akerman y Kristin Davis, el resultado no cumple con las expectativas. Al menos no con todas ellas.
La película marca el debut cinematográfico de Billingsley que hasta ahora venía siendo actor y productor en películas relacionadas con la dupla antes mencionada como (Iron Man o Viviendo con mi Ex) y en cierto modo se nota la inexperiencia de Billingsley detrás de cámara, sobre todo a la hora de manejar los gags. Tal vez sea esa la falencia más importante que tiene, la falta de momentos que le roben una risa al espectador. Valga la pena mencionar, el guión está lejos en calidad, ingenio y perspicacia de otros trabajos relacionado con los guionistas, la idea en si tampoco destila mucha creatividad, se han hecho películas similares, y queda lejos de los standares actuales, de los mejores exponentes de la comedia norteamericana, que inauguraron los propios integrantes del “Frat Pack”.
De todos modos hay que reconocer que el film es llevadero, la batalla de “Guitar Hero” es el mejor momento de la película. Como de costumbre la labor del cast es buena (aunque Jean Reno esta un poco desaprovechado) y que el espíritu del film es honesto. Mención aparte, la fotografía de Eric Alan Edwards esta por encima de los standards de una película de este estilo (se tomo bastante en serio el concepto de Eden) y por otro lado la música del archipremiado A.R. Rahman dista mucho de sus mejores trabajos.
En síntesis, una comedia que pasa sin pena ni gloria, entretiene un poco, pero no aporta nada nuevo a un género bastante desgastado.