Stella, una niña de once años, lleva una vida agitada pero alegre entre los parroquianos del bar de clase trabajadora de sus padres y su pensión. Stella es pobre y al entrar en un instituto de un barrio más rico, pronto se da cuenta de las desventajas y la infelicidad que acarrean su ignorancia y su apatía. Su primera amistad real con alguien de su edad, la hija de unos intelectuales argentinos exiliados, le abrirá las puertas de un mundo ajeno a la bebida, las apuestas y las peleas; uno lleno de música, sueños y nuevas posibilidades.