Ana Katz logró con apenas cinco largometrajes construir su propio estilo y universo, eso que muchos cineastas tardan en encontrar. Desde su notable ópera prima, “El juego de la silla” (2002), Ana Katz se interesó por la comedia dramática, la exploración de la clase media argentina, y un fascinante análisis sobre las mujeres.
Esa especial sensibilidad la ha catapultado –en un ambiente donde predominan los directores masculinos- como una de las cineastas más talentosas del cine argentino. “Sueño Florianópolis”, su nuevo largometraje, está guionado junto a Daniel Katz, y tiene en su reparto a la gran Mercedes Morán, Gustavo Garzón, Marco Ricca, Andrea Beltrão, Joaquín Garzón y Manuela Martínez.
Ambientada en los años 90. A pesar de vivir en casas separadas, Pedro y Lucrecia, cuentan con más de 20 años de matrimonio y sufren la incertidumbre de divorciarse definitivamente o intentar volver a empezar. La decisión queda postergada cuando emprenden unas vacaciones a Florianópolis, Brasil, junto a sus dos hijos. Lejos de lo que podría ser un clima de tranquilidad, Pedro y Lucrecia iniciarán nuevos romances que no harán más que fragmentar la relación familiar.
La conformación del equipo de “Sueño Florianópolis” es el resumen de las búsquedas que tiene la cinta hacía el mayor naturalismo posible. No hay plasticidad, es un film realizado en familia, con el hermano de Ana Katz como guionista, y la interpretación de los hijos, tanto de Mercedes Morán, como de Gustavo Garzón. Esa es la principal fórmula por la que esta película fluye de principio a fin.
“Sueño Florianópolis” cumple al 100% con todas las obsesiones y los recursos del cine de Ana Katz. Desde los primeros minutos no quedan dudas de quien la filmó. Es más, la sensación es que esta es la oportunidad perfecta para que la directora pueda volcar todo lo que le interesa. ¿Qué mejor que ver las vacaciones de la típica familia de clase media argentina en Brasil? El film, ambientado en los 90, retrata de forma extraordinaria y simple los clichés del argentino en el exterior, generando un sinfín de escenas graciosas y otras bañadas de tanto patetismo que resultan dramáticas. Hay lugar para las dos cosas, la comedia y el drama. Allí nadie supera a Katz. Por supuesto que también habrá amores, desamores, conflictos en puerta, y todo lo que la acerca al cine del gran realizador francés, Éric Rohmer, sobre todo por “Cuento de verano” (1996).
Ana Katz hace algo parecido Rohmer, opta por narrar solo el período vacacional de esta familia, pero en esos días nos queda en claro que el intento por dejar atrás los problemas de la ‘ciudad’ se entremezcla con el aire festivo de Brasil, y una crisis matrimonial que se palpa en cada mirada y respuesta.
De vuelta tenemos a una fenomenal Mercedes Morán, acompañada por un reparto que hace un trabajo notable y para nada sencillo. Se nota la química y la naturalidad en cada una de las escenas.
Los bellos paisajes impecablemente capturados por Gustavo Biazzi, se contraponen al hostil clima de esta familia que se va desintegrando de a poco para llegar al momento femenino de introspección. Ese pasaje en el que a Katz le encanta explorar la soledad femenina y la visión de su mundo.
“Sueño Florianópolis” es otra celebración de la comedia dramática argentina con el indudable sello de una cineasta que sabe lo que hace. El 2019 del cine nacional comienza de la mejor manera.
Por Fabio Albornoz para Ociopatas.