Sully, hazaña en el Hudson: la joya cae en medio del dolor
Parece una cruel paradoja del destino que en una semana signada por la tragedia aérea que le costó la vida a 71 pasajeros, entre ellos el plantel del equipo de fútbol brasilero Chapecoense, llegue a los cines locales uno de los mejores films del año, que recuenta la historia de uno de los accidentes de este tipo más famosos de la historia, pero no por la cantidad de víctimas fatales sino por la supervivencia de todos los pasajeros.
Si a Tom Hanks le faltaba trabajar con un director, ese era Clint Eastwood, uno de los mejores realizadores del cine norteamericano, cuyos peores films incluso se han hecho acreedores de halagos y buena taquilla.
En este caso, el actor y el director se unieron para llevar a la gran pantalla el libro Highest Duty (El más alto deber) de Jeffrey Zaslow Sullemberger, un piloto que el 15 de enero de 2009 logró una hazaña impensada y se transformó en héroe nacional al aterrizar un Airbus 320 con casi 150 pasajeros en el río Hudson luego de que una bandada de pájaros dañó los dos motores de la aeronave.
Sin embargo, el tira y afloje entre la compañía US Airways y la aseguradora no sólo puso en tela de juicio su prestigio obtenido tras cuatro décadas en una cabina de control sino también su criterio.
Esta es la historia elegida por Eastwood, la de la construcción del personaje en el imaginario popular y la realidad del hombre detrás de la estatua; y por fortuna encuentra a un Hanks inspiradísimo y en temporada de cosecha de nominaciones para los premios Oscar.
Contra todo lo que puede esperarse de un film de este director y con Hanks como protagonista, la película dura unos escasos 96 minutos que hacen foco en las inseguridad que sufre el protagonista frente al sumario que se le lleva a cabo en la empresa, desde donde insisten que si lo hubiese querido, podría haber aterrizado en un aeropuerto cercano.
Es curioso como Eastwood ha construido su narración, lisa y llana, y ha triunfado en un negocio en el que los recursos remañídos y las complejidades identifican a los realizadores más "prestigiosos". Este ex cowboy y ex policía de los más clásicos exponentes de ese género de las décadas de 1960 y 1970 ha sabido transportar con dignidad lo aprendido durante todos estos años y en Sully vuelca una vez más su talento con hidalguía, a sus 86 años.
La película no sólo luce moderna sino que reproduce la maniobra que el piloto realizó con el avión y reconstruye el rescate de manera magistral: en ningún momento se notan los trucos y el despliegue es increíble.
Hanks interpreta al protagonista con mucho tino y se apoya en un elenco secundario que tiene a Aaron Eckhart a su mejor exponente, como el copiloto Jeff Skiles, que permanece con él en pantalla durante casi todo el film.
Sully se convierte así no sólo en uno de los films más recomendados de esta semana sino también en un serio candidato a quedarse con alguna estatuilla en enero y febrero del año que viene.