La franquicia francesa de acción y comedia Taxi (1998) regresa luego de más de una década con 5ta a fondo, esta vez dirigida y protagonizada por Franck Gastambide.
En esta entrega la película gira en torno a Sylvain Marot, un policía parisino que es trasladado contra su voluntad a la policía municipal de Marsella -esto luego de que de descubran que mantuvo una aventura con la hija del jefe del departamento de la Policía-. Una vez instalado allí, el excomisario y actual alcalde, Gilber, le encomienda una misión: atrapar a una banda de mafiosos italianos que se dedican a realizar robos a joyerías utilizando ostentosos autos.
Para llevar a cabo su misión, el protagonista contará con la ayuda de diversos personajes, aunque su compañero principal es Eddy Maklouf (Malik Bentalha), un joven taxista que resulta ser el sobrino-nieto de Daniel Morales (protagonista de las primeras entregas de esta franquicia). Sylvain decide colaborar con este chico por un simple motivo: este joven es el único capaz de recuperar el legendario Peugeot blanco que es capaz de realizar cualquiera tipo de acción (sobre todo la que requiera la trama).
El protagonista también cuenta con la ayuda de sus compañeros de trabajo. En esta entrega, Franck Gastambide presenta una gama muy amplia y para nada estereotipada de personajes secundarios (nótese el sarcasmo): una chica con sobrepreso, un enano, un hombre al que está casi prohibido mirarlo a la cara. El único personaje perfecto -o que al menos así quiere demostrar el guion (ya que en ningún momento se le señala algún tipo de defecto)- es el interpretado por Franck Gastambide, un piloto maravilloso con la capacidad de conquistar a cualquier mujer.
El problema de los ya mencionados personajes secundarios es que están creados con el simple objetivo de que el público se burle de ellos por su físico. A lo largo de la trama constantemente se realizan diversos comentarios gordofóbicos sobre el personaje interpretado por Sissi Duparc. También se realizan chistes respecto a la religión, a la etnia, etc. etc. De más está decir que la película constantemente cosifica y sexualiza a las mujeres, siempre y cuando entren en los cánones de belleza actuales, las demás simplemente sirven para ser objetos de burla.
Pese a ser una película de comedia (al menos así se cataloga) la realidad es que 5ta a fondo de graciosa tiene poco y nada. El humor no funciona y los momentos que podrían generar alguna que otra carcajada son escasos (se cuentan con los dedos de una mano). No sólo los chistes que se realizan sobre el físico de los personajes son malos, sino que el humor en toda la película resulta forzado y clisé. Parece que Franck Gastambide despertó en el siglo pasado y basó su guion en los tópicos de aquel entonces.