Intensa y embrujada “It Follows” hace virtud del silencio y los encuadres que recuerdan al mejor Carpenter. Sin necesidad de exponer nada sobre la trama se desliza en un paisaje urbano de los suburbios escapando a los convencionalismo del género, creando en el proceso una atmósfera de inquietud constante, subrayada por un score bien synth. El paralelo que traza el film puede ser obvio: una alegoría sobre el HIV, pero la forma en que está filmado y el tono mumblecore con influencias del J-horror, demuestran que el director y guionista buscó hacer algo original dentro del género. Tarea cumplida.