Los hermanos Coen adaptan la novela que sirvió de inspiración para que John Wayne ganara su único Oscar como protagonista. Para ocupar sus pesadas botas, los Coen recurren al enorme Jeff Bridges en Temple de acero, western donde una chica de 14 lo contrata para vengar la muerte de su padre. Él se hace cargo de los sutiles cambios de tono de la película y eclipsa las grandes presencias de Matt Damon y Josh Brolin, entre muchos otros. Bien cerca de ese humor seco de Sin lugar para los débiles que les valió un Oscar, los Coen consiguen que el western tenga un nuevo chispazo de vida en Hollywood. Y eso no es poco a la hora de hablar del género más importante que tuvo el cine en su breve historia.