Tan cerca, tan lejos
La relación padre-hijo o para el caso padres-hijo está en foco en "Temporada de caza". Natalia Garagiola eligió explicar poco -a veces demasiado poco- para contar una historia con vacíos, desencuentros y soledades. Nahuel (Lautaro Bettoni) es un joven que elige mostrarse rebelde y distante para enmascarar su duelo. Lo único que le queda vivo de su madre es su sonrisa en un video que reproducirá una y mil veces en el celular, y eso es casi nada para seguir adelante. Bautista (Boy Olmi, en un rol pequeño pero de alto vuelo) es el padrastro de Nahuel y lo enviará a San Martín de los Andes para encontrarse con su padre biológico Ernesto (Germán Palacios, sólido como siempre). Ese cambio de paisaje también representará una mutación interna. Y el frío, la nieve e incluso la caza de ciervos jugarán como metáfora. Tanto para esa batalla que Nahuel librará con el padre que ahora tiene cerca pero siempre estuvo muy lejos, e incluso con el que vivió siempre con él, que sigue en Buenos Aires, y sólo lo insulta por celular. La película se toma demasiado tiempo para explicar estos vínculos, en un error de la directora que pone en la cornisa el registro sensible de la trama. Con todo, vale sumarse a este viaje de autodescubrimiento de Nahuel y creer en las segundas oportunidades.