Este fin de semana se estrenó en las salas de México Terremoto: La Falla de San Andrés (San Andreas) estelarizada por Dwayne Johnson “The Rock”, Carla Gugino, Paul Giamatti y Alexandra Daddario y dirigida por Brad Peyton (Journey 2: The Mysterious Island, Como perros y gatos: La venganza de Kitty Galore).
La premisa es sencilla, Ray (Johnson) es un rescatista del departamento de bomberos de Los Ángeles y padre de familia divorciado. Su hija Blake empezará la universidad en la ciudad de San Francisco por lo que viaja a esa ciudad para instalarse. A su vez, el sismólogo Lawrence Hayes (Giamatti) encuentra la manera de predecir terremotos y es en ese momento cuando se desencadena una serie de temblores, siendo el epicentro la Falla de San Andrés, por lo que Los Ángeles y San Francisco quedan devastados. Y es cuando Ray, junto con su ex esposa Emma, tratarán por todos los medios posibles de llegar a San Francisco y rescatar a su hija.
Pero la trama es lo de menos, es un pretexto para mostrar un espectacular despliegue de efectos visuales bastante impresionante y en eso radica gran parte de la esencia de las películas de desastres, y en este caso podemos ver cómo un terremoto de 9.9 grados en la escala de Richter arrasa con imponentes y emblemáticas construcciones.
Actuaciones correctas para un filme de este tipo, Dwayne Johnson sabemos que no es el actor que ganará un Oscar pero si es lo suficientemente carismático para llenar la pantalla y sentirnos protegidos por su presencia heroica. Con un ritmo vertiginoso que no deja que la tensión y la emoción decaiga y sobre todo con efectos especiales bastante espectaculares y que son tan socorridos en una trama así, pero con una dosis exacta, sin saturar.
Siguiendo con la tradición de películas de desastre tipo Earthquake, 2012, Tornado, entre otras, Terremoto cumple con todas las expectativas de un filme de este tipo. Cine de desastre sin tanta solemnidad y donde el mensaje es que pase lo que pase, la familia tiene que estar unida y apoyándose, lo demás no importa. Terremoto es una cinta cumplidora, competente, emocionante en ciertas secuencias, palomera y perfecta para ir al cine “de bajadita y en neutral”.