A la película El Proyecto de Blair Witch se le debe mucho el cine de terror. Si bien en su momento llamó mucho la atención por apostar al found footage, hoy por hoy este subgénero lo vemos casi hasta el hartazgo.
Lo peor es que pocas de esas propuestas realmente llaman la atención como para quedarse impregnadas en uno, la mayoría son productos olvidables. Lamentablemente, el caso de Terror en el bosque es el segundo.
Si bien quien dirige la película es uno de los dos directores de aquella famosa e icónica película que menciono al principio, acá no hay nada innovador. Un grupo de adolescentes decidiendo pasar unos días de vacaciones en una cabaña abandonada en medio del bosque sin haber avisado a nadie y donde ni siquiera tienen señal de teléfono.
Uno de ellos, fanático de registrarlo todo y con un hambre de fama viral y fugaz como la que un video que muestre algo que nadie más grabó le podría generar. Algo o alguien a quien chocan con el auto de camino a la cabaña.
Relaciones amorosas entre algunos de sus grupos. Sustos varios y la imposibilidad de abandonar el lugar. No hay un tópico que no hayamos visto hasta el hartazgo. Lo único que podría haber sido un poco más interesante es sin dudas la idea del monstruo que aparece: Pie Grande.
Podría haberlo sido si se hubiese apostado un poco más a construir mejor esta historia y no de una manera tan lineal, aburrida y predecible. Sin duda, el peor defecto que puede tener una película en mi opinión, es que aburra.
Y "Terror en el bosque", entre sus idas y vueltas y sus cámaras nerviosas (es muy difícil mantener una película de este subgénero sin ponernos los nervios de punta y no en el mejor sentido que una película de terror podría hacerlo) se torna aburrida. Porque no hay humor ni muertes interesantes, ni nada que hace memorable a una buena película de terror.
En cambio, se torna repetitiva y densa. Más allá de un buen uso de fuera de campo, especialmente en la primera mitad de la película, la película presenta personajes poco profundos con los que uno no logra nunca empatizar. Por eso es tan fácil perder rápidamente el interés.
Una película que podría haberse arriesgado un poco más, ya que tenía un tópico interesante en sus manos y la terminó convirtiendo en un producto aburrido y cero novedoso.