Con un guión carente de sentido, el realizador David R. Ellis, director de las cintas "Destino final 2", "Celular", "Terror a Bordo" y "El Destino Final 3D", se puso al frente de este thriller protagonizado por un elenco de actores carilindos, cuyos esbeltos cuerpos son conocidos por la mayoría de los espectadores jóvenes que están al tanto de los trabajos previos de cada uno de ellos, tanto en la televisión como en la gran pantalla.
Sara Paxton ("Superhéroes, La Película"), Dustin Milligan ("90210"), Joel David Moore ("Avatar"), Sinqua Walls ("Friday Night Lights"), Chris Zylka ("10 Cosas que Odio de Tí", la serie), Alyssa Diaz (The Nine Lives of Chloe King) y la cantante finalista de una de las ediciones del reality "American Idol", Katharine McPhee ("La Casa de las Conejitas"), interpretan a un grupo de amigos universitarios que deciden pasar un fin de semana a pura diversión en la lujosa casa familiar del personaje de Paxton, ubicado a la vera del Lago Crosby (Louisiana), en el Golfo de México.
Sin embargo, al poco tiempo las pequeñas vacaciones se convierten en una verdadera pesadilla cuando uno de ellos cae en ese lago de agua salada (mientras está practicando wakeboard) y aparece en la costa sin uno de sus brazos, arrancado por un tiburón.
En un lugar donde es imposible encontrar las diferentes especies de estas criaturas con las que los protagonistas se enfrentan, y con la sólida sospecha de que las mismas fueron colocadas a propósito, el resto del grupo (entre los que se encuentra un tímido estudiante de medicina) se dispone a conseguir ayuda médica lo más rápido posible para evitar la muerte del joven, cosa que no les será nada fácil, ya que la llegada de Sara y sus amigos al lugar atrae la atención de dos habitantes de la localidad, interpretados por Chris Carmack ("The O.C.") y Joshua Leonard ("Hung").
Sin nada de gore y con situaciones ridículas que causan más risa que miedo, sumado a un 3D que no aporta demasiado a la experiencia de ver este film, la historia de "Terror en lo Profundo" (concebida por Will Hayes y Jesse Studenberg) no atrapa en lo absoluto. Lo bien que hicieron los tiburones al comerse a algunos de los protagonistas.