Un asesinato, un profesor, un alumno y una joven hermosa. Con esta premisa llega a los cines un policial negro en donde el juego de palabras y puntos de vista subjetivos sobre la aplicación de las leyes proponen una persecución de gato y ratón, en la que cualquier paso apresurado podría dejar fuera de combate a los protagonistas.
No cabe ninguna duda de que Ricardo Darín es un gran actor y uno de los principales representantes de la Argentina en el mundo cinematográfico. En Tesis sobre un Homicidio, esta nueva película de Hernán Goldfrid -que inevitablemente remite a El Secreto de sus Ojos-, lo encontramos como un profesor de la Facultad de Derecho que se halla frente a un asesinato del que no sólo podría conocer a su autor, sino que parecería haberse cometido para poder llevar al límite su astucia. Si bien el reconocido actor cumple con creces ante un tipo de papel que ya conoce, quien se lleva los aplausos es el joven interpretado por Alberto Ammann (Celda 211). El mismo pone al espectador a lo largo del film en una posición de duda permanente entre el alumno adulador y el potencial asesino, ambigüedad que este sabe controlar y explotar de manera sobresaliente.
La película avanza con paso firme a lo largo de los minutos sin dejar que el desarrollo repose en ningún momento. Así nos lleva de a poco a centrarnos más y más en el micromundo de cada personaje, a la vez que nos conduce a sacar conclusiones, cambiar de opinión y plantearnos nuevas hipótesis, con la sensación de que queda en uno la escritura de la tesis que se propone desde el título.
Las escenas de mayor tensión, en donde la desesperación es llevada al máximo, son manejadas con un gran profesionalismo y pulso cinematográfico, permitiendo alcanzar un producto redondo de esos que escasean en los últimos años de la filmografía nacional. La misma no sólo está llevada con destacada calidad, sino que la adaptación de la novela de Diego Paszkowski cumple con todos los requisitos que la convierten en un digno policial negro. Sin ánimos de adelantar más nada o saltar a conclusiones apresuradas, es más provechoso que cada uno haga su propio trabajo deductivo y entre en contacto con la evidencia.