Thor: a la hora del destierro
Otro comic de la editora Marvel (creadora de los éxitos de El Hombre Araña, Hulk, X-Men) que llega a la pantalla grande, y otra muestra de que el cine se fue poniendo a tono con la propuesta visual nacida de la ilustración, para reproducir con efectos visuales lo que los dibujantes de hace más de medio siglo sacaron de sus cabezas para ponerlo en el papel seriado.
Las aventuras del personaje de historieta Thor están asociadas en parte a la mitología escandinava y a la especulación científica.
Por eso, en la pantalla puede verse una especie de saga poblada por divinidades, en la que el dramatismo lo pone la rivalidad entre hermanos por suceder al padre en el trono, mientras un reino enemigo acecha para una posible conquista.
Además, el espectador se encuentra frente a nociones como “vida extraterrestre”, “ciencia” y “secreto de Estado”. La variante en este caso, como sucedía por ejemplo en Superman, es que el “planeta lejano” y “secundario”, es la Tierra, donde algunos estudiosos que intentan desentrañar enigmas relativos al universo, recibirán la inesperada oportunidad de interactuar con esos otros mundos.
Ello como consecuencia de un “accidente”: el destierro de Thor hacia el hábitat humano, lugar donde sorpresivamente descubrirá que puede ver las cosas de su existencia de un modo nuevo, a tiempo para sacar un fruto positivo de la confluencia de las dos civilizaciones.
La película es en general entretenida, con varias secuencias de acción y humor, y además lleva un plus para los fanáticos de diversas áreas.
Los cinéfilos se encontrarán, por ejemplo, con un director como Kenneth Branagh (británico, especialista en Shakespeare) moderando los conflictos existenciales de los personajes. También con algunos logros dentro del mundo de los efectos especiales, en la composición de formas, texturas o colores.
Los cultores de la “fantaciencia” y el comic verán cobrar “vida” a ídolos largamente acariciados en el papel, así como también podrán disfrutar de representaciones muy imaginadas de otras realidades.