Pobre segunda parte
Al igual que la original, Thor: Un Mundo Oscuro es un film intrascendente. Aunque ya no esté Kenneth Branagh en la realización y su lugar lo ocupe Alan Taylor, los cambos no son significativos ya que esta segunda parte vuelve a incurrir en errores narrativos. En este caso el panorama es mejor debido a que esta nueva entrega implementa un sentido del humor más cálido, lo que la hace menos densa.
El tema es que ese agregado cómico por parte de Taylor no alcanza para que el film se destaque. Justamente el tema humorístico era el ingrediente que hacía que Los Vengadores de Joss Whedon -la más lúcida de toda esta última camada de películas basadas en comics de Marvel- sea una obra interesante, logrando que los chistes funcionasen en relación a la acción dramática y la adrenalina. En Thor: Un Mundo Oscuro pasa todo lo contrario, ya que ese acompañamiento entre las dos partes no existe y todo lo relacionado con el relato deja mucho que desear...