Pecados de guerra.
Si bien establecer una clasificación de las “películas mediocres”, por llamarlas de alguna manera, parece a simple vista una tarea sencilla, en realidad no lo es tanto cuando nos vemos en la obligación de explicitar el origen específico de sus deficiencias. Podríamos afirmar que primero tenemos las propuestas insufribles a nivel esencial (esperpentos condenados al olvido por premisas de género fallidas), luego vienen los films que repelen en lo que respecta a su esquema ideológico (mamarrachos extremistas de variada índole), y finalmente están las obras incompetentes en cuanto al apartado formal (“promesas” echadas a perder a raíz de una acumulación de sonseras que dejan poco margen para el disfrute)...