Fernando Sandro (El Espectador Avezado):
Dicen que América del Sur se mueve como un bloque, que las transiciones históricas vividas en un país suelen trasladarse de igual manera al resto, o a la mayoría, del conjunto.
Así como entre las décadas de los ’60 y ’80 vivieron sangrientos procesos cívicos militares, y en los ’90 vieron florecer los albores del capitalismo salvaje; a mediados de la primera década del Siglo XXI luego del estallido se dieron una serie de gobiernos populares en la región.
Estos gobiernos, con muy buenas relaciones entre ellos, hablaban de la ansiada Patria Grande pensada en un principio por los libertadores.
Pero otra vez, la rueda giró, y del primer paso de ese nuevo giro se encarga la operaprimista egresada del ENERC Celeste Helmet en Tierra Golpeada.
En 2008 el Obispo Fernando Lugo acedía a la presidencia de Paraguay como el primer presidente proveniente de un partido de la Izquierda en el país.
Durante su gobierno, las medidas estuvieron enfocadas en el desarrollo de la clase más postergada del país, en especial aquellos que habitaban las zonas campestres.
Esto, despertó el malestar de la clase social que hasta ese entonces detentaba el poder; que había acompañado de la mano al Dictador Alfredo Stroessner y que continuaba ocupando su lugar de privilegio hasta ese momento.
En 2012, a ocho meses que Lugo terminara su mandato y con números alentadores para renovarlo, ocurre la tragedia, un sangriento desalojo que enfrentó a policías con campesinos, terminando con la vida de dieciséis personas.
Este hecho, que pegaba justo en el sector social al que más apuntaba el gobierno de Lugo, se conoció como Masacre de Curuguaty, y fue el inicio de un proceso que terminó con el Juicio Político a la figura presidencial.
Son varias las aristas que analiza Helmet en su documental, desde la investigación del hecho de la masacre, a un recorrido por la presidencia de Lugo, y retrotrayéndose más atrás aún, porque el presente hay que entenderlo mirando también el pasado.
La directora analiza los diferentes conflictos agrarios históricos en su país, el sometimiento a la que esa gente fue sometida a lo largo del tiempo. Paralelamente también analiza el crecimiento en el poder de la clase alta, sin eludir de ningún modo la terrible figura de Stroessner.
Lo más valioso de Tierra Golpeada es el sinceramiento de su postura, no juega a la falsa objetividad.
Helmet realiza una investigación dura, profunda, intenta atar todos los cabos con una finalidad clara, dejar bien en claro que lo de Lugo no fue un hecho aislado, algo repentino, que detrás de la masacre y lo que vino después, existió un golpe parlamentario forjado por los partidos opositores y el sector social que los apoya.
Formalmente el trabajo atrapa
Está convencido de su postura y busca en su público esa complicidad. También es probable que su público sea aquel que tiene ideas cercanas a las de Helmet y su equipo. En esta postura, servirá también para descubrir en profundidad hechos que los medios locales quizás no trataron con la densidad suficiente.
El estreno de este trabajo pareciera ser de lo más oportuno, justamente en el día en el que se le da vía al juicio político para dar fin a otro de los gobiernos populares como lo es el de la brasileña Dilma Rouseff; sin obviar de la importancia que tiene para nuestro propio país en la coyuntura actual. Poder apreciar lo sucedido en Paraguay hace algunos años, y entenderlo como el inicio de lo que estaba por suceder, probablemente sirva para comprender mucho del día a día de las noticias que nos llegan desde distintos puntos de América Latina.
Cualquiera puede ser la ideología del espectador, sin desmerecer el trabajo de la documentalista que realiza una obra que si bien no innova en la materia se presenta sin fisuras y logra calar en el pensamiento de quien observa perdurando aún después de abandonar la sala.
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