La película escrita y dirigida por Tomás Sanchez (“Otro corazón”, 2012), nos presenta otro producto de cine nacional, pero que queda muy por debajo de los estrenos potentes que este año pudimos disfrutar.
En la historia conoceremos a Aralia (Betiana Blum), una pianista que logra sobrevivir tras ser trasplantada de corazón. Aprovechando esta nueva oportunidad, reunirá a sus hijos y a su banda para brindar un concierto y despedir juntos a su marido. Allí resurgirán las relaciones de amistad y de familia, sus facetas oscuras, antiguos reproches, y atravesando todo esto, el amor por la música.
Si bien la idea de la historia resulta tierna y emotiva, la dirección y el guión fracasa en ese propósito: la película se vuelve predecible y monótona. Recorre lugares poco novedosos y no sorprende ni logra atrapar al espectador durante su desarrollo.
Si bien resulta simpática por momentos, el resultado es fallido. Ni el carisma de Betiana Blum, a la cual se la ve divertida e hipnótica, logra salvar la historia.
En relación a las locaciones donde se filmó “Todavía“, resulta muy lindo ver el paisaje de Purmamarca, este lugar y su gente tiene una magia que le aporta al filme una estética de la cual carece durante la primer parte.
Con esta propuesta, “Todavia” se transforma en una comedia destinada a pasar desapercibida, en comparación a productos muy logrados y taquilleros de la actual cartelera.
Calificación: Regular
Manuel Germano