Vida y realidad desde Croacia
En Zagreb, Croacia, la ciudad en que él nació en 1947, el director Rajko Grlic, ambientó su película, en la que sigue a una serie de personajes, que conforman una familia compuesta de dos hermanos, sus respectivas mujeres, amantes, e hijos, que pertenecen a una clase social acomodada.
A Zagreb se la muestra como una gran ciudad, de cierto poder económico y cultural, que como en cualquier otra gran metrópoli, sus habitantes son víctimas de esa extraña inconformidad contemporánea, que obliga a la constante búsqueda, de un amante, de una aventura sexual pasajera, que muchas veces no termina de conformar a quien creyó necesitarlas.
DOS HERMANOS
La historia de los hermanos Nikola (Miki Manojlovic) y Braco (Bojan Navojec), comienza cuando van a ver al padre, un pintor, que da forma a desnudos eróticos y se encuentra internado en un hospital. A poco de llegar a la sala de internación, el padre ve a sus hijos, esboza una sonrisa y muere.
Lo que se verá después son una serie de confesiones que muestran cierta lealtad y actitudes adolescentes que unen a esos dos hermanos de unos cuarenta y pico de años. Claro que algunas de las cosas que Nikola y Braco se dicen resultan muy dolorosas. Al primero le diagnosticaron cáncer y espera los resultados de nuevos análisis, mientras con su mujer Ana María (Daria Lorenci), están en la apasionada búsqueda de un hijo.
Braco a su vez está separado de Marta (Ksenija Marinkovic), quien tiene un amante joven (que tiene un gran póster de Leo Messi en su casa), y con la que tuvo una hija adolescente, que nada quiere saber con su padre.
EN NAVIDAD
Cuando en una Navidad Braco regresa a su casa, para participar de la comida familiar, la noche termina a las trompadas y revolcones con Marta, su mujer y el hombre acaba en la comisaría.
Mientras eso sucede Nikola, le lleva un regalo a Latica (Natasa Dorcic), su amante, que atiende una farmacia, aunque en el camino a su casa, vive una fugaz aventura sexual con una joven que le vende un árbol de Navidad.
Braco y Nikola esconden varios secretos que es mejor no revelar.
Lo concreto es que la película de Rajko Grlic habla de lo que sucede en muchas familias. De cómo se engañan, esconden secretos y cómo los padres a veces resultan prácticamente unos desconocidos para sus hijos.
"Todo queda en familia" es una comedia ligera, muy bien filmada y con un equipo de actores que parecen mimetizarse acertadamente con sus personajes, es el caso de Miki Manojlovic (Nikola), Bojan Navojec (Braco) y Ksenjiaj Marinkovic (Marta).