El Cuervo
Si Todos Tenemos un Plan tiene un gancho, es la presencia de Viggo Mortensen. Lo cierto es que habrá más espectadores interesados en ver al actor estadounidense trabajando en una producción nacional y hablando “como nosotros”, antes que preocuparse por la película en sí. Que en la película haya guiños sobre el fanatismo del actor por San Lorenzo pone en evidencia cierto grado de cholulismo por su presencia. Esas realmente no fueron buenas ideas, la primera escena en la que se hace referencia a esto distrae de lo que está sucediendo en plano –en cierto grado importante para la trama- y termina convirtiendo a una situación dramática en un gag cómico. Así también distrae la presencia de Mortensen en un film que, sin llegar a ser malo, tampoco termina siendo un gran thriller. Cumple, entretiene, tiene algunos huecos perdonables en el guion y se rescata sobre todo por un nivel bastante parejo de actuación y un villano impecable, interpretado por Daniel Fanego...