Tomorrowland

Crítica de Magali Spilere - El Lado G

Cuando pensamos en un mundo del mañana autos voladores, naves y mega construcciones son las primeras imágenes que se nos cruzan por la cabeza y por lo visto a Walt Disney le sucedía lo mismo en aquel tiempo en que se imagino el futuro del mundo. Una persona soñadora, optimista y sobre todo creativa años antes de morir planifico ese mundo ideal que dio origen al film.

Tomorrowland es un punto perdido en otra dimensión donde todo fue posible y perfecto para vivir, pero eso sucedió hasta que el hombre no dejó de ser un pesimista sobre el futuro del mundo y degrado cada parte del mundo de mañana. Frank Walker (George Clooney) nos los cuenta al principio del film y también como en su niñez tuvo la oportunidad de habitar ese mundo perfecto, cuando presentó su proyecto de mochila propulsora en la Feria Mundial de 1964 en New York y que aunque se la rechazaran no se rinda y siga ilusionado con que es posible realizarla. Fue por eso que el pequeño Frank recibió el pin que lo conduciría a la otra dimensión, que curiosamente se accedía desde la famosa atracción It’s A Small World de Walt.

Pero en el presente se encuentra Casey (Britt Robertson), una adolescente que lucha por lo que cree que es correcto y tiene una fascinación por lo desconocido, por eso es elegida para ir a Tomorrowland, encontrando un pin con el logo de la Feria Mundial que la transporta por unos minutos a ese fantástico paisaje. Curiosa por lo que ve se pone en búsqueda de respuestas y de alguien que la lleve de nuevo al mundo del mañana. En el camino se encuentra con dos cosas extrañas: robots que impiden que conozca el origen de su pin y una niña llamada Athena (Raffey Cassidy) quien la eligió, llevándola con Frank para que el también vea que es la indicada para realizar el cambio en el mundo.

Entre escenas cómicas, fantasía y el sueño disneylandio de salvar al mundo con ser soñadores transcurre la primera parte del film donde todo es fantástico y colorido. Pero cuando realmente se presentan el problema por el cual Tomorrowland se esta cayendo a pedazos y el Gobernador Nix (Hugh Laurie) no quiere traer terrestres al mismo entramos en un ambiente de acción y aventuras hasta que finalmente Casey logra identificar que es lo que los humanos estamos haciendo mal: asumir la catástrofe como un hecho y no hacer nada al respecto, darse por vencidos y perder las esperanzas para el futuro.

Por un momento uno se siente mareado por el trama que se presentan segundo a segundo y es así cuando se juntan dos genios de la ciencia ficción con otra de la animación y la fantasía, pero ¿Realmente llegaron a contar la historia en un clima armónico? No lo creo aunque se puede ver muchas alusiones a lo que fue la idea principal de la película y su origen en los proyectos de Walt Disney por crear el mundo del mañana, sumando la leyenda urbana de los Plus Ultra, el secreto de la Torre Eiffel y cientos de alusiones a Lost.

Los encargados de darle forma a la historia fue el mismo Brad Bird, Damon Lindelof (muy conocido por su trabajo de guionista en Lost) y Jeff Jensen (periodista y escritor estadounidense, encargado de dos historias cortas de Capitán America).

En lo que si estuvo totalmente perfecto Bird fue en la construcción animada de la ciudad y sus cientos de objetos dentro de ellas, como las constructoras instantaneas, las naves con forma de trenes y hasta las piletas con diferentes niveles y en gravedad cero, una locura para los ojos de un espectador. Una escena destacable de su animación es la transformación de la torre Eiffel en un lanza cohetes ¿Realmente lo hizo? Es Disney y todo es posible.

George Clooney personificando a un hombre que aun mantiene vivo a su niño interior, Hugh Laurie como un villano con no mucha pinta de malo, las sobre actuadas expresiones de Britt Robertson y la revelación de la británica Raffey Cassidy quien daba vida a la niña robot reclutadora de soñadores, tan dulce y perfeccionista con tan solo 12 años. Ellos son los protagonistas de esta fantástica historia en un mundo paralelo donde todos querríamos vivir.

Un lugar donde se albergan a soñadores, personas que sigan cosechando la esperanza en el mundo y el futuro en paz, Tomorrowland te muestra las realidades, da unas lecciones de vida pero de una manera familiar como lo hubiese hecho el mismísimo Walt Disney.