Sin moldes ni códigos
“No tiene madre”, decían antes cuando alguien se manejaba por el mundo como lo hace el policía madrileño José Luis Torrente. Y es que decir que Torrente se sale de los códigos de la ley española es poco. ¡Ese hombre se sale de todos los ?códigos! Y sus películas otro tanto. Inclusive se salen de los moldes de la comedia, porque hacen reír pero con métodos que no a cualquiera le resultarán graciosos. En algunos casos, abollando los moldes del comportamiento social.
Torrente ya no tiene nada que perder. Como agente del orden, le va cada vez peor; como hombre, está en la ruina; como ciudadano, ni hablar. Una síntesis de todo aquello pareciera estar en la escena ?en que, después de salirse de la cola por un vale de comida, para no arruinar su imagen frente a un conocido, se sirve de un tacho de desperdicios la comida que arrojaron desde un restaurante. Ni siquiera tiene corazón para compartirlo con un puñado de niños hambrientos. Pero una vez más aflora el humor corrosivo (también se decía así antes): los chicos son los que sacan ?corriendo del basural a ese policía bravucón que, con los dedos manchados de salsa, se ha convertido en una caricatura.
La película es así, combina esas situaciones casi “intimistas”, donde el humor y el cinismo se dan la mano de manera extraña, con secuencias de gran despliegue visual, como fiestas de la alta sociedad, persecuciones en vehículos (con choques y explosiones técnicamente admirables).
Pero la cosa se complica verdaderamente para Torrente cuando acepta un encargo desleal, con tan mala suerte que va a parar a la cárcel por intentar cumplirlo. Torrente toca fondo en esta cuarta entrega (sólo se proyecta en 3D) de la serie de películas diri-?gidas, escritas y protagonizadas por Santiago Segura, que en la taquilla va justamente ?en la dirección contraria, para arriba, sobre todo en España, y que han logrado convertir ?al personaje en todo un objeto de culto de las nuevas generaciones.
Baste para comprobarlo, ?verificar las presencias en el filme de varios famosos que no han querido perderse la oportunidad de pasar un buen momento: desde David Bisbal, que interpreta dos canciones de la banda sonora (la última, con video incluido en los títulos finales), hasta los futbolistas argentinos Sergio “Kun” Agüero y Gonzalo “Pipita” ?Higuaín, incluidos dentro de la historia.