Nuevamente gracias al remasterizado en 3D tenemos la oportunidad de ver en cine otro de los clásicos de Pixar, la segunda parte de Toy Story. No tiene mucho sentido armar una crítica explicando en detalle las diferencias con su antecesora o si el argumento es bueno o malo, ya que se trata de una película que se estrenó hace más de diez años y hay varias opiniones de esa época (tanto positivas como negativas), lo único que voy a decir en este sentido es que, en mi opinión, Toy Story 2 es de aquellos ejemplos de films que superan en muchos aspectos a su antecesora. Ya conocemos a los personajes, por lo tanto, no deparamos en ir directo a la acción que tienen para mostrarnos ésta vez.
La rivalidad entre Buzz Lightyear y Woody pasa a un segundo plano, ellos ya se han convertido en “mejores” amigos. Ya no hay preferidos por el dueño Andy y la pandilla de juguetes (acrecentada) interactúa aún más que en la anterior, sabiendo a priori sus bondades.
El tema principal del film gira alrededor de la pérdida de las ganas de jugar, el crecimiento. El día en que el dueño de un juguete pasa a considerarlo un recuerdo y lo que esto hipotéticamente significaría para uno de éstos muñecos, en particular Woody.
Woody conoce a sus pares televisivos de la tira de aventuras continuadas de la cual surgió, Jesse (una cowgirl equivalente a Woody pero femenina) y al oloroso Pete, un muñeco de colección intacto en caja cerrada.
Para el momento de su estreno, asombraba la calidad de recreación de un humano que Pixar había logrado, hasta esa época era una innovación inaudita que futuras animaciones digitales ya han superado.
Woody va a parar al despacho de el dueño de una casa de juguetes que quiere lucrar con merchandising de la serie de tv de Woody, para lo cual, la pandilla de juguetes amigos han de comandar una misión de rescate.
Impagables secuencias junto a las Barbies, el humor de Pixar rompe la barrera de hacer disfrutar tanto a niños como adultos, con gags de doble sentido, de temàtica sexual sutilmente sugeridos.
En cuanto al 3D, nuevamente nos encontramos con el ejemplo de un film que no ha sido diseñado para ser visto de ésta forma. La recreación es satisfactoria, el film se visualiza en un formato digital, pero sin un 3D invasivo hacia el espectador, del cual pasados unos minutos de visión olvidamos de estar involucrados con semejante tecnología.
Al igual que hace dos semanas atrás, esta es una ocasión ideal para llevar a los más pequeños a disfrutar de este espectáculo que sólo se exhibirá en cartelera por 14 días, anticipando la llegada del estreno de Toy Story 3 tentativa para el 15 de julio de éste año.